Se han vuelto a encender todas las alarmas alrededor de la princesa Leonor. Y todo después de que una testigo haya confirmado uno de los rumores sobre la futura reina que más resuenan por las calles de Mallorca.
Sin duda, la fotografía anual de los reyes y sus hijas en la entrada del Palacio de Marivent se ha convertido ya en un clásico del verano mallorquín. No obstante, tras las sonrisas y los posados oficiales, se esconde una batalla que lleva años gestándose en silencio. Una situación que podría transformar la manera en que la Familia Real organiza sus vacaciones de verano.

Hasta ahora, se trataba de una batalla que la reina Letizia lidiaba en solitario. Sin embargo, ahora la situación ha cambiado al contar con dos apoyos inesperados: el de la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Según ha trascendido, los veranos en Mallorca, con su rígido calendario y repletos de actos estrictamente calculados, han dejado de atraer a las jóvenes. Tanto es así que, según parece, ambas prefieren vivir experiencias más ligadas a su edad y con menos peso institucional.
Sale a la luz la decisión que ha tomado la princesa Leonor en relación con sus veranos en Mallorca
En las últimas visitas a Palma, la tensión y la incomodidad han sido evidentes en algunos miembros de la Familia Real. De hecho, mientras Felipe VI disfruta en las regatas, doña Letizia no ha podido ocultar su descontento. Un sentimiento que ahora se ha extendido también a sus hijas, Leonor y Sofía.
De acuerdo con lo revelado por la periodista Pilar Eyre, las jóvenes están “aburridas” de Mallorca. Y es que, pese a las actividades culturales a las que acuden, la falta de amistades en la isla y su poco interés por el mar han ejercido un peso mayor.

Tanto es así que este desencanto ha llevado a que madre e hijas planteen alternativas para pasar el verano a partir de ahora. Una de ellas es Santander, donde se encuentra el Palacio de la Magdalena, la residencia oficial de Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Esta posibilidad mantendría un vínculo histórico con la realeza y podría equilibrar las expectativas de Felipe VI.
La segunda alternativa que se estudia es Galicia, aunque esta propuesta no está exenta de dificultades. Y es que, cada verano, el rey emérito se desplaza hasta Sanxenxo para disfrutar de este periodo estival. Su coincidencia con su familia supondría un foco de tensión y un posible problema mediático.

No obstante, el rechazo de la reina hacia Marivent no responde únicamente al tedio. Como todos sabemos, este palacio está íntimamente vinculado con la figura de su suegro y con los episodios más polémicos de la institución.
Por eso, renunciar a Mallorca supondría, para Letizia, un paso simbólico de autonomía similar al que dieron cuando se instalaron en el Pabellón del Príncipe, en lugar de en la Zarzuela.
Por otro lado, y a pesar de su aparente unión contra Marivent, no todo es entendimiento dentro de la familia. El rígido carácter de Letizia ha provocado ciertas discrepancias con la princesa Leonor y la infanta Sofía, especialmente en cuestiones relacionadas con sus salidas nocturnas y su manera de vestir.
Algunos críticos consideran que la reina intenta imponer estilos que no se corresponden con la edad ni la personalidad de sus hijas. Una situación que estaría generando varios roces entre ellas.