La familia de Meghan Markle ha puesto en el centro de la atención una noticia que afecta directamente al rey Carlos III. Los allegados a la duquesa de Sussex han confirmado lo que muchos temían y que ensombrece el verano del monarca. Se trata de un asunto delicado, con implicaciones tanto familiares como institucionales, que vuelve a tensar la relación entre la Corona y los Sussex.
Lo que han confirmado es que Carlos ha considerado retirar los títulos de príncipe y princesa a Archie y Lilibet, los hijos de Harry y Meghan. Esta decisión no solo implica una medida simbólica, sino que refleja también la falta de contacto real que el rey mantiene con sus nietos. La distancia ha sido especialmente marcada con la pequeña Lilibet, a quien apenas ha visto desde su nacimiento en 2021.

La familia de Meghan Markle está compuesta por su madre, Doria Ragland, y por su padre, Thomas Markle, aunque con él mantiene una relación distante. También tiene dos medios hermanos por parte paterna, Samantha y Thomas Jr., con quienes tampoco existe un vínculo cercano. Ha sido Doria quien ha acompañado a Meghan y a sus nietos, Archie y Lilibet, en medio de los conflictos con la realeza británica.
La distancia entre el rey Carlos III y los hijos de Meghan Markle vuelve a quedar en evidencia
Los hijos de Harry y Meghan no nacieron con títulos reales, pues en aquel momento eran bisnietos de la reina Isabel II. Con la llegada de Carlos al trono, la situación cambió y, por derecho, Archie y Lilibet pasaron a ser príncipes, un hecho confirmado por Buckingham en 2023. Desde entonces, los Sussex se han referido a sus hijos como príncipe y princesa en ocasiones públicas, reforzando ese reconocimiento oficial.

Meghan Markle, en una recordada entrevista televisiva, reveló que durante su primer embarazo le comunicaron que Archie no recibiría título ni seguridad, algo que ella interpretó como un acto de discriminación. Además, aseguró que hubo conversaciones preocupantes sobre el color de piel del niño, lo que desató críticas internacionales hacia la institución. Estos episodios marcaron un antes y un después en la relación de la pareja con la realeza británica.
La familia de Meghan asume que el vínculo con la Corona está roto
Aunque en la Casa Real aún figuran los títulos de Archie y Lilibet, el hecho de que el rey esté dispuesto a retirarlos ha provocado tristeza en la familia de Meghan. Fuentes cercanas aseguran que Doria Ragland, madre de la duquesa, ha sido un pilar de apoyo y ha intentado suavizar el impacto de la noticia en sus nietos. La confirmación de la mala noticia no ha hecho más que evidenciar la grieta en la familia real británica.
En este escenario, el futuro de los hijos de Harry y Meghan en la estructura monárquica queda en entredicho. Lo que parecía un reconocimiento consolidado ahora depende de la voluntad del rey, que se debate entre la tradición y su vida personal. La familia de Meghan ha dejado claro que el problema es un conflicto abierto que seguirá marcando la relación entre el monarca y sus nietos.