En las últimas horas ha salido a la luz una información sorprendente que ha captado la atención de los seguidores de la Casa Real española. Según ha revelado el portal Monarquía Confidencial, en el Palacio de la Zarzuela existe un riguroso protocolo de limpieza impuesto directamente por la reina Letizia. Quien, junto al rey Felipe VI, se involucra de manera activa en el control de los hábitos y rutinas domésticas dentro de la residencia oficial.
Esta normativa, lejos de ser meramente simbólica, se aplica de forma estricta a todo el personal de limpieza del palacio. Quienes deben seguir al pie de la letra cada una de las instrucciones para mantener el espacio impecable, respetando al máximo la conservación del mobiliario y las instalaciones.

Lejos de delegar ciegamente en terceros, Letizia, conocida por su carácter meticuloso y perfeccionista, ha supervisado personalmente algunos de estos procedimientos. Entre las medidas más llamativas se encuentra la referente a los suelos, especialmente los de las zonas comunes y pasillos.
La reina Letizia tiene órdenes estrictas para el personal del Palacio de la Zarzuela
Está prohibido fregarlos a diario: únicamente puede hacerse una vez por semana, usando una fregona y detergente neutro. El resto del tiempo, los suelos deben limpiarse en seco con una mopa y un spray catalizador de polvo. Esta decisión, según los expertos consultados, busca evitar el deterioro del material por la humedad excesiva y prolongar la vida útil del parquet.

Pero el suelo no es el único foco de atención. Los baños cuentan con instrucciones específicas: los sanitarios deben ser tratados con productos desinfectantes no abrasivos y bayetas especiales para no rayar el esmalte.
La reina Letizia quiere que el Palacio de la Zarzuela se conserve en perfectas condiciones
El objetivo es no solo garantizar la higiene, sino también la preservación visual y estructural de cada espacio. Además, la reina Letizia ha ordenado que se aspire minuciosamente con máquinas especiales dotadas de mandos telescópicos, que permiten alcanzar zonas elevadas donde podría acumularse polvo o incluso formarse telarañas.

La normativa incluye, sorprendentemente, la obligación de recoger cualquier objeto del suelo que supere los 2 centímetros de tamaño. También se exige eliminar todas las telarañas, incluso en rincones de difícil acceso, y mantener todas las rejas de las ventanas impecables hasta una altura de dos metros.
Estas directrices, que ahora salen a la luz, forman parte de un contrato no escrito que los empleados deben respetar rigurosamente. Letizia, firme defensora de la excelencia, entiende que el cuidado del entorno privado también es reflejo de la imagen pública de la Corona. Y en Zarzuela, nada se deja al azar.