El príncipe George y Kate Middleton posan juntos en una imagen.

Kate Middleton y su equipo dan un paso más y señalan al príncipe George (12 años)

Kate Middleton fija su plan con el príncipe George y logra que la vida del heredero al trono cambie por completo

Kate Middleton se ha marcado un objetivo claro con su hijo, el príncipe George, de 12 años. A pesar de ser el heredero, tanto su madre como el equipo de profesionales de la Casa Real tienen muy claro lo que quieren. Prueba de ello es lo que Middleton acaba de hacer con George y que lo pone en una situación nunca antes vista.

En los últimos meses, hemos visto al príncipe en numerosos actos oficiales asumiendo su rol dentro de la institución. No obstante, a partir de ahora, la vida de George, que inicia su último año en Lambrook School, será muy diferente.

Primer plano de Kate Middleton
Kate Middleton pone en marcha su plan con el príncipe George | Europa Press

Kate Middleton toma una decisión con el príncipe George

La vida del príncipe George está marcada por un destino excepcional. Desde muy joven, se sabe que el hijo de Kate Middleton algún día será rey de Inglaterra. Este motivo es el que le ha llevado a que, en los últimos meses, haya ganado protagonismo en numerosos actos oficiales.

No obstante, Kate acaba de dar un último paso de la mano de su equipo que marca el presente del príncipe George de 12 años. Middleton está haciendo todo lo posible para que su hijo tenga una infancia lo más normal posible. En su hogar se respira esa idea de que el futuro rey también es un niño y, como tal, debe de disfrutar de esta etapa.

Un grupo de personas vestidas formalmente saludando desde un balcón.
Kate procura que George tenga una infancia como la de cualquier niño | Europa Press

Este es un pilar fundamental para la princesa de Gales que valora mucho la crianza basada en principios y valores sólidos. En este sentido, Kate y su equipo trabajan conjuntamente para que George tenga una infancia acorde a la del resto de sus amigos.

Si bien su destino como rey ya está fijado, en el presente es tan solo un niño de 12 años que lleva una vida normal. Su estancia en la escuela es como la de cualquier estudiante y realiza las actividades y rutinas propias del centro. De puertas para dentro es como el resto de alumnos y eso es algo que Kate trata de mantener.

Cuentan que, incluso, el príncipe George participa en partidos de fútbol y experiencias deportivas de cualquier estilo. Incluso el príncipe Guillermo ha asistido a algunos de estos encuentros. Lo que otorga a su educación una normalidad que bascula entre lo moderno y lo tradicional.

Kate Middleton y su plan con el príncipe George

La visión educativa de Kate es clara: quiere que George conciba su futuro no como una obligación, sino como algo natural. Por eso, se esperó hasta que tenía cerca de siete años para explicarle el rol que está destinado a desempeñar. Ese enfoque suaviza el peso de su legado y lo vuelve más comprensible, además de que lo prepara para sus apariciones oficiales.

En los últimos meses, el príncipe George ha acompañado a sus padres en actos solemnes en el Palacio de Buckingham. Un ejemplo claro de cómo empieza a asomarse al terreno institucional con confianza y gradualidad.

Varias personas elegantemente vestidas están sentadas alrededor de una mesa con postres y bebidas en una sala decorada con cuadros y columnas.
Kate Middleton trabaja gradualmente con el futuro del príncipe George | Instagram, @princeandprincessofwales

Al mismo tiempo, desde la Casa Real se protege su privacidad. Aunque es habitual verle en eventos como Wimbledon o algunas apariciones oficiales menores, la familia evita la sobreexposición mediática.

Kate favorece tanto la espontaneidad como la rutina. En una ocasión desveló que a veces cocinan juntos, hacen pizzas y comparten comidas familiares. Eso refuerza el mensaje de que, aunque heredero, el príncipe George sigue siendo un niño común, con juegos, risas y pequeñas travesuras.

La familia se ha mostrado disfrutando del esquí, caminatas y momentos informales, siempre con una sencillez que contrasta con la imagen tradicional de la realeza. Al final, el secreto radica en algo simple y muy humano: para Kate y su equipo, es esencial que el príncipe George crezca con libertad.