El Real Madrid vive una transformación evidente desde la llegada de Xabi Alonso al banquillo. Tras el Mundial de Clubes, el técnico ha comenzado a implantar una idea que rompe con dinámicas pasadas. El proyecto ya no se rige por nombres o jerarquías, sino por rendimiento y compromiso.
El cambio de filosofía tras el Mundial de Clubes
Edu Aguirre, en su intervención en El Chiringuito tras la victoria frente al Oviedo, subrayó la importancia del nuevo estilo de gestión. Recordó cómo en etapas anteriores, tanto con Carlo Ancelotti como con Zinedine Zidane, las grandes figuras tenían un lugar asegurado en la alineación. Esa política, según el periodista, impedía que futbolistas como Arda Güler o Brahim gozaran de continuidad a pesar de estar en forma.
Con Xabi Alonso, esa tendencia parece haber cambiado de manera radical. La suplencia de Vinicius en el Carlos Tartiere y el rol secundario de Rodrygo confirman que nadie tiene asegurado el puesto. El propio Aguirre calificó esta situación como un golpe sobre la mesa que marcará el rumbo de la temporada.

La meritocracia como sello de identidad del nuevo Madrid
“El que no curra, al banquillo, aquí no hay intocables”, señaló Aguirre al valorar la estrategia del entrenador. Sus palabras resumen una filosofía que busca premiar la regularidad y no el cartel mediático. De este modo, jugadores que antes eran considerados secundarios ahora tienen oportunidades de brillar. Gonzalo, Brahim o el propio Arda Güler representan esa apuesta por el talento y la competencia interna.
El mensaje es claro: el Madrid de Xabi Alonso exige entrega máxima. La meritocracia será el eje sobre el cual se construya un equipo más competitivo y menos previsible.
Vinicius y Rodrygo, ejemplos de la nueva gestión táctica
La gestión de los dos extremos brasileños en Oviedo refleja perfectamente el cambio de rumbo en el vestuario. Rodrygo, titular por primera vez en la temporada, se mostró motivado aunque no logró marcar diferencias en ataque. Fue sustituido en el minuto 63 y no ocultó su frustración. Vinicius, por su parte, inició desde el banquillo y entró en la segunda mitad, cuando encontró más espacios.
Edu Aguirre destacó cómo Vinicius salió con un punto extra de motivación tras la suplencia. Para el periodista, el hecho de que una estrella del equipo no tenga asegurada la titularidad servirá de aviso al resto de la plantilla.
Una apuesta que busca consolidar un nuevo Real Madrid
La victoria en el Carlos Tartiere y el pleno de triunfos en este inicio de Liga dan respaldo al nuevo proyecto. Los resultados acompañan y el mensaje lanzado desde el banquillo empieza a calar en los jugadores. “Es el Madrid de Xabi Alonso, el Madrid de la meritocracia”, concluyó Aguirre en su valoración televisiva.
El madridismo observa con atención un cambio que puede redefinir la jerarquía interna del vestuario. La figura del técnico vasco emerge como la de un entrenador con autoridad, dispuesto a romper inercias y a construir un equipo en el que prime el esfuerzo.