Tomás Roncero no solo es un periodista deportivo apasionado. También es padre orgulloso. En una entrevista reciente, el colaborador del Diario As y El Chiringuito contó la verdad sobre el nombre de su hijo mayor. Una historia con tintes de “culebrón”, como él mismo reconoce, que resume la mezcla entre pasión personal y familiar.
Una decisión entre dos nombres
Roncero explicó que su mujer quería llamarle Marcos. Él prefería Santiago. El desacuerdo inicial desembocó en una solución que define como salomónica. Finalmente, el niño fue registrado como Marcos Santiago.
El propio Roncero admite entre risas que “parece nombre de culebrón”. Sin embargo, confiesa sentirse feliz con la elección, porque ambos progenitores quedaron satisfechos. La anécdota, cargada de humor y ternura, muestra la faceta más familiar del periodista.

La elección no es casual. Santiago evoca inevitablemente a Santiago Bernabéu, el gran referente histórico del Real Madrid. Roncero siempre ha señalado al expresidente blanco como uno de sus faros vitales. Su pasión por el club merengue está presente en cada detalle familiar. Tanto que su hijo fue socio del Madrid cinco horas después de nacer.
Socio desde la cuna
El periodista relató que el pequeño nació en la Clínica San Francisco de Asís. Un hospital situado a escasos metros del estadio Santiago Bernabéu. Ese mismo día, a las seis y cuarto de la tarde, ya recibía una camiseta de bebé con su nombre y el carné oficial de socio.

“Mi hijo, con cinco horas de vida, ya era madridista de pleno derecho”, explicó Roncero con emoción. Hoy, ese niño tiene 22 años y está a punto de recibir la insignia de plata del club.
El legado familiar continúa. Su hijo no solo es aficionado, también ha decidido seguir los pasos profesionales de su padre. Estudia Periodismo y Comunicación Audiovisual, con una inclinación clara hacia el deporte. “Está casi más pirado que yo con el Madrid”, bromea Roncero. La transmisión de la pasión futbolera ha sido completa.
Un momento imborrable: La Décima
Roncero recuerda con especial emoción el gol de Sergio Ramos en Lisboa. Aquel cabezazo le permitió abrazarse a su hijo en lágrimas. “Ese día sentí que todo tenía sentido”, confiesa. Al final, el abrazo entre ambos simbolizó no solo la victoria, sino la unión generacional alrededor del Madrid.
Roncero insiste en que nunca ha ocultado sus colores. “Soy del Madrid y al que no le guste, que se chinche”, afirma sin tapujos. Su sinceridad le ha granjeado críticas, pero también respeto por no disimular su pasión. La historia del nombre de su hijo refleja esa misma autenticidad.
Una vida marcada por símbolos
No es casual que Roncero combine en su imaginario a Don Quijote y a Santiago Bernabéu. Ambos representan valores de lucha, firmeza y resistencia. “Con convicción se puede conseguir todo”, repite. Por eso, que su hijo lleve el nombre de Marcos Santiago es también un gesto simbólico.
El relato sobre el nombre de su hijo, lejos de ser anecdótico, resume la esencia de Roncero: pasión, autenticidad y madridismo inquebrantable. Un hombre que vive el fútbol como parte de su vida cotidiana. “Es un nombre de culebrón, pero bueno”, dijo entre carcajadas.