La reina Sofía atraviesa uno de los momentos más complicados de su vida y ha tomado una firme determinación. Con este paso ha logrado emocionar a la infanta Elena, quien admira el enorme sacrificio que acaba de realizar su madre. No en vano, es consciente del sufrimiento de la emérita, quien en los últimos tiempos ha recibido numerosos disgustos.
A las polémicas de Juan Carlos le han seguido una realidad familiar de la que no se puede alejar. El único consuelo que le queda a la reina Sofía es saber que cuenta con el apoyo de grandes amigos y familiares. Entre ellos, el cariño de su hija mayor, la infanta Elena.

La infanta Elena se emociona ante la dura realidad de la reina Sofía
De un tiempo a esta parte, todas las miradas se dirigen hacia el bienestar de la reina Sofía. Resulta evidente que está haciendo frente a una situación difícil que ha condicionado su vida en los últimos meses. La infanta Elena es sabedora de ello y no ha podido evitar conmoverse ante la decisión que ha tomado su madre.
El secreto es que la reina Sofía ha decidido reducir al máximo su agenda y vive prácticamente recluida en la Zarzuela. Esta decisión surge del profundo deseo de cuidar de su hermana Irene, cuya salud ha generado una gran preocupación. Según medios recientes, la atención de Sofía se ha vuelto casi exclusiva para apoyar a Irene, lo que emociona a la infanta Elena.

Desde julio de 2025, la reina Sofía acortó su tradicional verano en Mallorca. Optó por regresar a Madrid para estar al lado de Irene en su momento más delicado. En lugar de disfrutar de Marivent, decidió permanecer cerca de su hermana, priorizando su familia por encima de todo.
El compromiso de la reina Sofía con su hermana emociona profundamente a la infanta Elena. Para ella, ver a su madre sacrificar su día a día por Irene supone una lección de entrega y enorme cariño incondicional. Cada gesto de la emérita está dirigido a velar por el bienestar de Irene y acompañarla en su enfermedad.
Antes, eran frecuentes las salidas culturales o visitas oficiales, pero ahora todo gira en torno a la tía de la infanta Elena. Las fuentes explican que no ha sido una decisión fácil para la reina Sofía. Sin embargo, siempre estuvo segura de que estar al lado de su hermana era lo más urgente.
La infanta Elena sabe que la reina Sofía no está sola
Esta tarea de no salir de la Zarzuela y quedarse junto a Irene de Grecia es algo que no hace sola. Si bien cuenta con el apoyo de sus hijos, sus amistades también desempeñan un papel fundamental. Sonia Catris, una de las mejores amigas de la reina Sofía, está siendo clave para ella.
Organiza el día a día, coordina médicos y actividades, y aporta ese sostén imprescindible para la reina emérita. Gracias a ella, la infanta Elena puede estar tranquila sabiendo que su madre tiene a su lado a una gran amiga. Sobre todo tras conocer cómo le está afectando el deterioro de Irene a la reina Sofía.

Fuentes cercanas afirman que ha perdido el apetito y que son muchas las veces en las que no puede contener el llanto. Para la familia, este verano ha sido testigo de esa realidad, pues la ausencia de la reina Sofía en Mallorca no pasó inadvertida. Supuso una pausa en las tradiciones familiares que ahora ceden su espacio a lo que importa de verdad: estar cerca de Irene en cada paso.
La infanta Elena observa ese sacrificio de su madre con emoción, consciente de que es lo que necesita hacer en estos momentos. Y es que Sofía ha convertido su día a día en un acto de lealtad, cuidado y ternura hacia Irene.