Dos mujeres en primer plano con una casa de fondo y una ilustración de fuego entre ellas

Sale a la luz la cruda realidad de la Reina Sofía en Marivent

El palacio mallorquín de veraneo de la Familia Real se ha convertido en el escenario de una compleja trama familiar para la reina emérita con Letizia implicada

El verano en Mallorca siempre ha sido sinónimo de la estampa familiar de los Borbones. El posado en Marivent, las regatas y las cenas informales componían un álbum de normalidad institucional que, año tras año, buscaba transmitir unidad. Sin embargo, detrás de los muros del palacio, la realidad parece distar mucho de esa imagen idílica.

Este año, la presencia de la Reina Sofía en la tradicional recepción a las autoridades baleares ha estado en el aire hasta el último segundo, y su asistencia, lejos de ser un gesto voluntario, destapa un drama personal que resuena con fuerza en los pasillos de la Zarzuela.

Aunque se esperaba su ausencia, la emérita finalmente acudió. Una decisión que, según apuntan diversas fuentes, no fue propia, sino el resultado de la insistencia directa de su hijo, el Rey Felipe VI. La Reina Sofía, una vez más, cedía por un profundo sentido del deber institucional, pero su rostro y su lenguaje corporal contaban una historia muy diferente.

Mujer mayor de cabello rubio claro y ropa elegante posando frente a un edificio de ladrillo rojo con ventanas grandes
Montaje en el que aparece el Palacio de la Zarzuela y Sofia de Grecia | Casa Real, XCatalunya

La excusa oficial y la verdad oculta

La razón que se esgrimió inicialmente para justificar la posible ausencia de Doña Sofía fue el delicado estado de salud de su hermana, Irene de Grecia. La "tía Pecu", como es conocida cariñosamente, atraviesa una fase muy avanzada de su enfermedad, un deterioro cognitivo que requiere atención constante.

La emérita, profundamente unida a su hermana, habría preferido permanecer en Madrid para cuidarla. Sin embargo, esta versión, aunque comprensible, parece ser solo la punta del iceberg de un malestar mucho más profundo.

La periodista Maica Vasco ha arrojado luz sobre el que sería el verdadero motivo del pavor de Sofía a pasar el verano en Marivent: el miedo. Un temor literal a quedarse a solas con la Reina Letizia y sus nietas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.

Dos mujeres posando frente a un fondo morado.
Montaje de la Reina Letizia con la Reina Emérita Sofía | @CasaReal, XCatalunya

Según la periodista, este sentimiento no es nuevo y ya el verano pasado la emérita confesó a sus hijas, las infantas Elena y Cristina, su angustia. Cuando Felipe VI se marcha a sus compromisos de regatas, ella se siente completamente aislada en el palacio, una soledad que se transforma en pánico ante la perspectiva de convivir sin el amparo de su hijo.

"Les tengo miedo": una convivencia insostenible

Las palabras que habría pronunciado la Reina Sofía, según Vasco, son tan contundentes que no dejan lugar a dudas sobre la fractura familiar: "Les tengo miedo". La periodista va más allá y afirma que la emérita habría asegurado que "ni harta de vino" se quedaría sola con su nuera y sus nietas, a quienes califica de "peligrosas". Si la tensión que se percibe en los actos públicos ya es evidente, lo que ocurre en la intimidad del palacio debe ser un auténtico calvario para ella.

Esta versión se ve reforzada por el análisis de la veterana cronista real Pilar Eyre, quien ha estudiado con detalle las imágenes de la reciente recepción. Eyre describe a una reina emérita "esforzándose por mantener una sonrisa que no le apetece", con "ojos tristes" que delatan su estado anímico.

Lo que hay detrás de la tensa escena entre la REINA LETIZIA y doña Sofía | Gente

El gesto de sus nietas, cogiéndola del brazo, no es interpretado como una muestra de cariño, sino como un acto forzado, "como cuando ayudas a una señora de 80 años por la calle". Un detalle que evidencia, según la periodista, que Doña Sofía no forma parte del núcleo familiar cercano y que el trato con Leonor y Sofía es prácticamente inexistente.

Una mala relación que viene de lejos

El comportamiento de Letizia Ortiz hacia su suegra siempre ha sido malo. Hay varias anécdotas al respecto. Uno de los puntos que más dolió a Sofía es que, cuando las niñas eran pequeñas, Paloma Rocasolano tenía total acceso a ellas. La madre de Letizia estaba prácticamente a diario con Leonor y Sofía, cosa que la abuela paterna no podía hacer. También se recuerda cuando Letizia prohibió a su suegra dar 'chuches' a las niñas.

El punto álgido del desencuentro ocurrió, precisamente, durante unas vacaciones en Marivent. Una discusión púbica entre Sofía y Letizia por unas fotos a Leonor en la Catedral de Palma. Las imágenes se hicieron virales y la ciudadanía pudo comprobar que, lo que hasta entonces habían sido rumores, era una clara realidad.