Carlos III y su hermano Andrés han sido protagonistas de numerosas historias, pero pocas tan reveladoras como la que ahora viven. Entre disputas y secretos guardados, los hermanos Windsor parecen estar más distantes que nunca. Aunque la realeza intenta proyectar una imagen de armonía, las recientes revelaciones muestran un panorama de tensiones internas muy diferente.
Las diferencias entre los dos hermanos no son nuevas, pero las tensiones parecen haberse intensificado con el paso del tiempo. Lo que parecía una relación un tanto reservada ha ido tomando tintes de confrontación. Por la magnitud de la situación, ha sido imposible mantenerlo en privado y, lentamente, ha salido a la luz.

La vida de lujo del príncipe Andrés
El príncipe Andrés, aún alejado de la vida pública debido a los problemas judiciales y a los escándalos públicos. Sin embargo, sigue viviendo rodeado de lujo en la Royal Lodge. La biografía The Rise and Fall of the House of York, escrita por Andrew Lownie, revela que los gastos del príncipe Andrés fueron cubiertos, en su mayoría, por Isabel II.

Al fallecer la reina Isabel II, el rey Carlos III asumió el trono y decidió cortar este apoyo económico. "Al rey le resultó imposible desalojarlo", señala Lownie en su obra. Andrés sigue aferrándose al contrato de arrendamiento que firmó en 2002 con Crown Estate por 75 años y le garantiza, por ahora, la permanencia en la Logia Real.
A pesar de los intentos de Carlos III de poner fin a esta situación, sigue en su residencia de lujo. Y uno de los gastos más sorprendentes, es el del asesor espiritual de Andrés. Un yogui que se alojaba en la residencia al que debía pagar 36.000 y el rey sigue negándose a pagar por eso.

Los conflictos familiares en aumento
Los roces entre los miembros de la familia real no solo se limitan a los bienes materiales, sino que se extienden a cuestiones personales. Según el libro de Lownie, el príncipe Guillermo, hijo de Carlos, estaría molesto por un "grosero comentario" que Andrés hizo sobre su esposa, Kate. Este incidente, sumado a otros conflictos familiares, ha agravado aún más la relación entre los miembros de la familia real.
Mientras tanto, el rey Carlos III no ha mostrado mucha simpatía por su hermano menor a lo largo de los años. Aunque en su infancia ambos hermanos se llevaban bien, el paso del tiempo y los escándalos públicos han enfriado su relación. "Nunca fue fan de su hermano menor", afirma Lownie sobre la relación de Carlos con Andrés.