La historia entre el rey Carlos III y el príncipe Andrés ha tomado un giro tan impactante como inesperado. El actual rey de Reino Unido se ha visto obligado a hacer algo con su hermano que jamás se había llegado a plantear. A pesar de llevarse bien, no ha tenido más opción que cumplir las normas y claudicar ante la actualidad.
Detrás de esta decisión se esconde la necesidad de la institución de alejar una nueva polémica que empañe la imagen de la Corona. En estos momentos, lo último que desean es que el príncipe Andrés enturbie con su pasado el futuro del rey Carlos.

El rey Carlos III obedece y toma una decisión inesperada con el príncipe Andrés
El rey Carlos III se encuentra en una situación delicada con su hermano, el príncipe Andrés. A pesar de los lazos familiares, la actualidad ha marcado su relación. Por ello, al padre de Guillermo no le ha quedado otra opción que obedecer por el bien de la institución.
Al rey Carlos III le han obligado a hacer algo muy complicado con el príncipe Andrés: apartarlo de la Corona. Hasta hace poco, la relación entre ambos hermanos parecía irreprochable, marcada por la camaradería y el afecto que tanta gente destaca. Sin embargo, las circunstancias han cambiado radicalmente y ahora vemos al rey Carlos III forzado a tomar decisiones drásticas que afectan directamente al príncipe Andrés.

Una mezcla de obligación institucional y la necesidad de proteger la Corona ha llevado a Carlos III a este paso brusco. El motivo en el que se sustenta esta decisión del rey Carlos radica en las recientes polémicas del príncipe Andrés. El nombre del hermano del rey se encuentra entre los conocidos como 'papeles de Epstein' y las fiestas que el empresario organizaba en su mansión.
Una joven le señaló directamente como su principal agresor y uno de los asistentes habituales a esas fiestas con menores. Un escándalo mayúsculo que sacudió la imagen de la Corona y que ha obligado al rey Carlos a desvincularse de su hermano pequeño.
El rey Carlos III toma medidas con el príncipe Andrés
Hace meses, y casi como una medida extraordinaria, el rey Carlos III empezó a retirar el apoyo económico y la protección formal al príncipe Andrés. Primero suprimió una generosa asignación anual, que podía ascender a cerca de un millón de euros, según fuentes consultadas. Esta ayuda ya no está disponible, lo que supone un fuerte golpe financiero para Andrés.
Al mismo tiempo, el rey Carlos III también decidió prescindir de la seguridad privada que había estado costeando desde hacía años. Este servicio protegía al príncipe Andrés en su residencia en Royal Lodge y fue financiado personalmente por Carlos tras la retirada de la protección policial.

Todo esto ocurre en un contexto en el que el príncipe Andrés se resiste a abandonar Royal Lodge, una mansión que comparte con su exesposa. Se ha negado repetidamente a mudarse a Frogmore Cottage, una alternativa más modesta que su lujosa residencia actual.
Ahora, al rey Carlos III le obligan a que aparte todavía más al príncipe Andrés de la Corona y rompa con todo. No se trata de una ruptura personal, porque parece que el vínculo sigue siendo fuerte entre ellos. Pero el deber institucional y la necesidad de salvaguardar la reputación real han llevado a tomar medidas drásticas.
Así las cosas, aunque la buena relación entre hermanos podría haber sobrevivido a casi cualquier prueba, las exigencias de la monarquía han dictado sentencia. Han empujado al rey Carlos III a apartar al príncipe Andrés de privilegios que antes parecían indiscutibles, dejándolo totalmente al margen. Todo esto mientras su causa en el caso Epstein continúa bajo investigación hasta llegar a una conclusión definitiva.