La reina Sofía y su hermana, la princesa Irene, han vuelto a cobrar protagonismo mediático. La razón es que se ha dado un mensaje urgente sobre ambas.
En concreto, ha sido una reconocida psicóloga, Lara Ferreiro, la que ha alertado de la situación que están viviendo Sofía e Irene. Tanto es así que ha admitido de la madre de Felipe VI que “tiene dependencia emocional” de su hermana y viceversa. Y esto puede ser un problema en un futuro muy cercano.

Sale a la luz el vínculo tan especial entre la reina Sofía y la princesa Irene
La reina Sofía lleva mucho tiempo preocupada por el estado de salud de la princesa Irene. Tanto es así que este verano ha cambiado sus rutinas habituales en Palma de Mallorca para estar al lado de su hermana. Y esto ha traído consigo no solo especulaciones, sino también que Lara Ferreiro, para Lecturas, las haya analizado y dado una información urgente sobre ellas.
Así, ha admitido que la madre de Felipe VI “tiene dependencia emocional de su familiar” y viceversa. Eso sí, “en el sentido sano, son supercercanas entre ellas y, de hecho, se apoyan”.
Entrando en materia, ha reconocido que “tienen una resiliencia compartida, es decir, desde la infancia se enfrentaron a exilios, golpe de estado, la pérdida del trono en Grecia. O sea, son nómadas y este aprendizaje de la adversidad fortaleció su carácter y su unión, apoyo mutuo en la infancia durante el exilio en Egipto, Sudáfrica…”.

La información urgente y peliaguda sobre la reina Sofía y la princesa Irene
Asimismo, Ferreiro ha dejado de manifiesto que la reina Sofía ha encontrado en la princesa Irene “el refugio emocional en momentos complicados”. Por eso, “la protección de ella con su hermana es total. De hecho, podría tener el síndrome de la cuidadora, que es cuidar, cuidar y cuidar a su hermana”.
Precisamente, por este motivo, ha alertado de que la emérita podría vivir un momento complicado cuando aquella fallezca. Podría padecer “el síndrome del nido vacío. La soledad puede ser absoluta”.
Este síndrome, que suele asociarse a la marcha de los hijos del hogar, también puede presentarse cuando se pierde a una figura que ha ocupado un espacio emocional central durante décadas. En el caso de la reina Sofía y la princesa Irene, esa ausencia podría dejar un vacío difícil de llenar.

Por ahora, el foco de la emérita está en proteger y cuidar a su hermana. Este verano, la decisión de alterar su tradicional estancia en Palma para pasar más tiempo con Irene no ha pasado desapercibida. Un gesto que demuestra que, para Sofía, la familia sigue siendo su prioridad absoluta, incluso por encima de compromisos sociales o institucionales.
La imagen pública de la reina Sofía siempre ha estado ligada a la discreción, la templanza y el servicio a la Corona. Sin embargo, este tipo de informaciones permiten visibilizar su lado más personal y humano. Su entrega a su hermana revela una faceta menos conocida: la de una mujer profundamente leal y comprometida con sus afectos más íntimos.