La figura del rey Carlos III sigue siendo el pilar de Buckingham, a pesar de los desafíos que enfrenta en silencio. Con 76 años, la Corona no le permite pausas en su agenda y él tampoco está dispuesto a ceder. Cada día es una muestra de resistencia para mantenerse activo frente a las responsabilidades de su reinado.
Su entorno más cercano es consciente de la determinación con la que afronta este momento. No obstante, no todos están de acuerdo con la decisión que Carlos ha tomado sobre su salud. Las opiniones están divididas, pero Carlos III se mantiene firme y no parece dispuesto a cambiar.

La controvertida terapia Gerson y sus altos costos
En su búsqueda de bienestar, el monarca ha incorporado la terapia Gerson a su rutina diaria. Se trata de un tratamiento alternativo que incluye enemas de café, zumos naturales y costosas inyecciones de vitaminas. El gasto semanal de esta práctica supera los 4.900 euros, sin contar los 20.000 euros adicionales por las inyecciones.
Sin embargo, la comunidad médica ha sido tajante en su opinión. Organizaciones como Cancer Research UK insisten en que no existe evidencia científica que respalde su efectividad. El oncólogo Michael Baum fue contundente al afirmar: “El rey se ha equivocado”.
Pese a las críticas, Carlos III sigue adelante. Su objetivo no es encontrar una cura milagrosa, sino aliviar el desgaste físico y ganar energía para cumplir con su agenda. Su decisión ha generado un intenso debate en Reino Unido, pero él prioriza su bienestar.

Las terapias poco convencionales y el desafío de seguir siendo rey
Además de la terapia Gerson, el rey ha recurrido a sesiones de yoga terapéutico como parte de su estrategia para manejar el dolor. Esta disciplina le permite mantener la mente enfocada y reducir la tensión física. Sorprendió también al incorporar el uso de cannabis medicinal, autorizado en el Reino Unido desde 2018 para casos de patologías graves.

El propósito de Carlos es claro: resistir y mantenerse al frente de sus funciones oficiales el mayor tiempo posible. Su lucha es silenciosa, pero su compromiso con la institución sigue intacto. Cada jornada que logra cumplir representa una pequeña victoria personal.
Mientras en Buckingham se mantienen las tradiciones, el rey libra su batalla diaria con disciplina y determinación. Su decisión de buscar alternativas muestra su deseo de seguir siendo un referente para la monarquía británica.