La llegada de la familia real a Mallorca cada año genera gran interés mediático. Los reyes Felipe VI y Letizia, acompañados de sus hijas, regresan para iniciar sus vacaciones en un ambiente muy esperado. Mallorca se convierte en el escenario para combinar la vida privada con actos institucionales.
Esta temporada trae siempre consigo momentos únicos que atraen la atención del público. Aunque las tradiciones se mantienen firmes, las expectativas se renuevan en cada verano. Todo el mundo aguarda con curiosidad qué novedades podrán surgir durante su estancia.

La residencia de verano que une historia y actualidad
El Palacio de Marivent, situado en Cala Major, es la residencia oficial de verano de los reyes. Rodeado por jardines y pinares, el lugar ofrece privacidad y un ambiente relajado. Además, es testigo de importantes recepciones y encuentros con representantes sociales.
El edificio, diseñado por el ingeniero Joan de Saridakis, destaca por su arquitectura y entorno natural. Cada año, la familia real recibe en sus jardines a miembros de la sociedad balear. Estos actos representan la conexión entre la Corona y la comunidad local.
La tradición de estas recepciones fortalece los lazos entre la monarquía y los ciudadanos. Además, permite que la familia real mantenga contacto cercano durante su estancia. Mallorca se transforma en un punto de encuentro cargado de significado.

El diseñador que vistió a la reina Letizia se pronuncia sobre el vestido
El lunes 4 de agosto, la reina Letizia sorprendió con un vestido blanco de inspiración ibicenca. Firmado por el diseñador ibicenco Tony Bonet, la pieza pertenece a la colección Arrels lanzada hace dos años. Actualmente, este vestido no está a la venta, lo que lo hace aún más especial.
Bonet explicó que la prenda está confeccionada en Batista bordada con un patrón estructurado. Destaca por su espalda elástica, falda evasé y bolsillos, un detalle imprescindible para el diseñador. La combinación de estos elementos aporta elegancia y comodidad.
El diseñador confesó que no sabía que la reina conservaba el vestido hasta que la vio lucirlo en persona. Al darse cuenta, la emoción lo desbordó y exclamó: “Creía que me iba a morir”. Ver una creación suya en la reina fue un momento inolvidable, lleno de orgullo y emoción.
Estilo mediterráneo con toques bohemios y personales
El vestido destaca por su línea fluida, tirantes fijos y escote en ‘V’, evocando la estética ibicenca. Los detalles en encaje y puntillas de algodón aportan un aire clásico y atemporal al conjunto. Este diseño refuerza la apuesta de Letizia por la moda española y los creadores locales.
Para completar el look, la reina eligió pendientes de la diseñadora mallorquina Isabel Guarch. Estos están elaborados en oro de 18 quilates y diamantes, inspirados en el rosetón de la Catedral de Palma. Además, llevó alpargatas doradas planas que complementaron perfectamente su estilismo.
La combinación de estos elementos realza la elegancia natural de Letizia y su conexión con la cultura mediterránea. Su estilo refleja una cuidada elección que mezcla tradición y modernidad. Así, reafirma su papel como referente de moda en la monarquía.