En los pasillos del poder, las revoluciones no siempre se anuncian con grandes titulares, sino con gestos sutiles cargados de significado. La Princesa Leonor está protagonizando una de esas rebeliones silenciosas, una que se libra en el terreno más visible y analizado de todos: su armario.
La heredera al trono ha iniciado un nuevo capítulo en la construcción de su imagen, un camino que ha decidido recorrer con sus propias reglas y, lo más importante, sin la tutela estilística que hasta ahora la vinculaba directamente a su madre, la Reina Letizia. El excesivo control de Letizia genera broncas constantes con la Princesa. Incluso su hermana Sofía se ha rebelado.
Este movimiento, que podría parecer menor, es en realidad una declaración de intenciones en toda regla. Leonor se prepara para ser Reina y, con ello, asume el control total de su narrativa. El primer paso ha sido tomar las riendas de su vestuario, un lenguaje no verbal con el que comunicará quién es y quién quiere ser ante el mundo.

El adiós a la sombra estilística de la Reina Letizia
La decisión ha sido meditada y firme: la Princesa Leonor ha prescindido de los servicios de la estilista que compartía con su madre. Se trata de una profesional de la máxima confianza de la Reina Letizia, no solo en el ámbito laboral, sino también en el personal.
Su presencia en el equipo de Leonor era vista como una extensión natural del control de la Reina, una forma de asegurar que la imagen de la heredera fuera impecable y coherente con la línea de la Corona.
Sin embargo, lo que funcionó para una adolescente está dejando de ser adecuado para la mujer en la que Leonor se está convirtiendo. Fuentes cercanas a palacio, citadas en diversos medios, describen la transición no como una ruptura conflictiva, sino como un paso evolutivo e inevitable. Las críticas a la vestimenta de Leonor y Sofía, por no corresponder a las de chicas de su edad, son constantes.

Un nuevo armario para una futura Reina: más fresco y menos encorsetado
El cambio no es una sorpresa para los observadores más atentos. En sus últimas apariciones públicas, ya se percibía una evolución en el estilo de Leonor. Hemos visto cómo ha ido incorporando prendas de marcas más accesibles y diseños con un corte más contemporáneo, alejándose progresivamente del clasicismo que a menudo caracteriza el vestuario de su madre.
Este nuevo rumbo estilístico busca conectar con su propia generación, la "Gen Z", mostrando una imagen más fresca, cercana y menos rígida.
En las redes sociales, donde cada uno de sus atuendos es analizado al milímetro, el veredicto es unánime: el público aplaude esta nueva etapa. Los comentarios celebran que la princesa "vista como una joven de su edad" y experimente con tendencias actuales.

Atrás parecen quedar los conjuntos excesivamente formales o los vestidos de corte clásico que, en ocasiones, la hacían parecer mayor. Ahora, la vemos apostar por siluetas más fluidas y colores que reflejan una personalidad en plena ebullición.
Aunque desde la Casa Real impera, como es costumbre, el más absoluto silencio, esta decisión es un claro indicativo de la autonomía que Leonor está ganando. ¿Cómo reaccionará Letizia? Las relaciones familiares están cada vez más deterioradas, especialmente ahora que Leonor se está acercando más a su padre. Recordemos que, según algunos cronistas, los Reyes de España hacen vidas totalmente separadas.