Desde su traslado a Abu Dabi en 2023, Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón, nieto del rey emérito Juan Carlos I, ha estado en el centro de la atención mediática debido a su comportamiento en la capital emiratí. Lejos de los escándalos que protagonizó en España, su vida en los Emiratos Árabes Unidos parecía ofrecerle una oportunidad para comenzar de nuevo. Sin embargo, recientes informaciones indican que sus hábitos festivos persisten, generando preocupación en su entorno cercano.
La situación no ha cambiado
La decisión de enviar a Froilán a Abu Dabi fue tomada tras varios incidentes en España que pusieron en entredicho su conducta. Entre ellos, una pelea con arma blanca en Madrid y su participación en fiestas ilegales donde se encontraron sustancias estupefacientes. Ante esta situación, la infanta Elena y el rey emérito consideraron que un cambio de aires podría ser beneficioso para el joven.
En Abu Dabi, Froilán fue alojado en un lujoso apartamento de 500 metros cuadrados y se le consiguió un puesto como becario en una petrolera, con un salario mensual de 7.500 euros. Sin embargo, según fuentes cercanas, hace más de un año que no trabaja y se mantiene gracias al apoyo económico de su abuelo.

Sus relaciones preocupan en la Casa Real
A pesar de las restricciones culturales y legales en los Emiratos Árabes Unidos, Froilán ha encontrado formas de continuar con su estilo de vida festivo. Las fiestas privadas en domicilios particulares se han convertido en su principal entretenimiento, y su participación en ellas ha sido motivo de múltiples amonestaciones por parte de las autoridades locales.
Estos comportamientos han generado incomodidad y vergüenza en el entorno de Juan Carlos I, quien mantiene relaciones cercanas con figuras influyentes en la zona.
Además, se ha especulado que la presencia de Froilán en Abu Dabi responde a la necesidad de alejarlo del foco mediático, pero también a posibles estrategias relacionadas con la gestión del patrimonio del rey emérito. Sin embargo, estas informaciones no han sido confirmadas oficialmente.

Un futuro incierto
La situación actual de Froilán ha generado diversas reacciones. Mientras que algunos miembros de la familia real, como el rey Felipe VI y la reina Letizia, han optado por mantener la distancia, otros, como la infanta Elena, continúan brindándole apoyo. No obstante, la preocupación por su comportamiento persiste, y se especula sobre posibles medidas para encauzar su conducta.
Por su parte, Froilán ha expresado en ocasiones su deseo de regresar a España, aunque sus acciones parecen contradecir estas intenciones. Su participación en eventos sociales y su relación con figuras del ámbito festivo indican que su adaptación a una vida más discreta y responsable aún está lejos de concretarse.
No está nada claro
La permanencia de Froilán en Abu Dabi y su comportamiento continúan siendo motivo de debate. Mientras algunos consideran que su estancia en los Emiratos Árabes Unidos le ofrece una oportunidad para madurar y alejarse de las polémicas, otros opinan que su presencia allí solo prolonga una situación insostenible.

Tiene 26 años y su papel dentro de la monarquía es cuestionable. Igual que su hermana, los Marichalar Borbón se han ganado la fama de ser las ovejas negras de la familia. O no, porque se parecen más a su abuelo de la que la gente cree.