Montaje de fotos de primer plano de Juan Urquijo e Irene Urdangarin, ambos con rostro serio.

Juan Urquijo aparece tras dejar a Irene Urdangarin y todos se fijan en este detalle

Juan Urquijo sorprende retomando su rutina en Madrid una vez confirmada la ruptura con Irene Urdangarin

Juan Urquijo ha reaparecido tras confirmarse su ruptura con Irene Urdangarin y con un detalle que ha llamado la atención. Septiembre ha arrancado con la ya expareja separada tanto en lo sentimental como en lo físico. Mientras Irene ya se encuentra en Reino Unido, preparada para iniciar sus estudios universitarios, Juan ha retomado su trabajo en Madrid.

Y por las calles de la capital ha sido visto después de saltar la noticia de su ruptura. El joven ha hecho gala de su discreción, pero no ha podido ocultar un gesto clave al ser preguntado sobre la hija de la infanta.

Un grupo de personas caminando por la calle durante la noche, con un hombre de camisa blanca y una mujer de vestido estampado al frente.
Juan e Irene ya hacen vida por separardo | Europa Press

Juan Urquijo sorprende con un gesto tras romper con Irene Urdangarin

Juan Urquijo e Irene Urdangarin han puesto punto y final a su breve historia de amor. Un año después de confirmar su romance, la pareja ha decidido separar sus caminos. La noticia ha corrido como la pólvora, y el primero en sufrir las consecuencias ha sido Juan.

El joven ha sido pillado por las calles de Madrid y rápidamente los medios han querido saber los detalles de la ruptura con Irene. Urquijo ha mantenido el silencio, pero un detalle ha acaparado toda la atención: su sonrisa. Resulta fascinante ver cómo Juan reaparece con una sonrisa tras la reciente ruptura, una imagen relajada y animada, que habla por sí sola.

Juan Urquijo con camisa azul y mochila siendo entrevistado en la calle mientras sonríe y lleva auriculares blancos
Juan Urquijo se muestra sonriente tras romper con Irene Urdangarin | Europa Press

Sobre todo si tenemos en cuenta que, según la revista ¡Hola!, la separación con la joven Urdangarin no ha sido una decisión fácil. Tristemente, para la pareja, la distancia ha supuesto un obstáculo en su relación, así como la diferencia de edad. Irene, con 19 años, y Juan, con 25, se encuentran en momentos vitales diferentes que hacen incompatible mantener el romance.

Pese a ello, el detalle de la sonrisa de Juan hace pensar en que la decisión de romper ha sido mutua y conciliadora. Según el entorno, no ha sido fácil poner punto final, pero confiaban en que era lo mejor para ambos. De ahí que la aparición del joven haya estado marcada por la tranquilidad.

Además, fuentes cercanas aseguran que el vínculo emocional sigue siendo fuerte y que ambos mantienen una relación de respeto y amistad. La reciente aparición de Juan ante las cámaras confirma esa impresión. Se le vio sonreír y volver discretamente a su rutina laboral, sin mencionar la ruptura, manteniendo así la discreción.

Juan Urquijo, tranquilo tras separarse de Irene Urdangarin

Mientras Juan ha retomado su rutina laboral en Madrid, Irene Urdangarin ha regresado a Oxford. Allí espera centrarse en su segundo año universitario en Gestión de Hostelería, Turismo y Eventos. La hija de Urdangarin se ha refugiado en su familia y amigos, y confía que su estancia en Inglaterra le ayude a superar la ruptura.

Parece que ambos están retomando sus vidas con normalidad y con una actitud positiva y esperanzadora. Tanto Juan como Irene están centrados en sus proyectos, retomándolos con la discreción que les caracteriza.

Foto de Irene Urdangarin caminando a su llegada al aeropuerto de Ginebra, Suiza
Irene Urdangarin ha regresado a Oxford | Europa Press

La forma en que cada uno afronta su nueva etapa habla mucho más que cualquier declaración. Él sonríe ante el objetivo, sereno y discreto, sin explicar nada, ella se centra en Oxford, en sus estudios, alejada de la prensa. Esa postura compartida deja entrever que esa separación, aunque dolorosa, se ha manejado con respeto y afecto.

Al analizar cómo han vuelto a sus rutinas, en ese gesto que llama la atención en Juan, se percibe una ruptura sin reproches ni rencores. Su vínculo familiar y de amistad parece intacto y queda para ellos el recuerdo de su tiempo juntos. La distancia física y vital desgastaron su noviazgo y pusieron fin a su romance, pero ha quedado una puerta abierta al cariño y la amistad.