La visita de la princesa Leonor a Cádiz ha dejado más de una imagen para el recuerdo. Una de ellas, la que la ha mostrado junto al chef Juan Höhr en el restaurante Salicornia, ha llamado especialmente la atención. Hasta ahora no se había sabido cómo había transcurrido ese encuentro, pero el cocinero ha decidido contar por fin los detalles.
Höhr ha hablado por primera vez para Lecturas sobre aquel día y ha revelado cómo ha vivido la llegada de la heredera al trono. Según sus palabras, Leonor ha sido “como una más, integradísima, riéndose, con una inocencia absoluta, sin preocupación de parecer agobiada”. Esa descripción ha desmontado cualquier idea de rigidez o protocolo excesivo en su comportamiento.
La comida ha tenido lugar en pleno centro de Cádiz, muy cerca del puerto donde estaba el buque escuela Juan Sebastián Elcano anclado. La princesa Leonor ha acudido acompañada de varios guardiamarinas y algunos padres, en un ambiente relajado y natural. La reserva, según el chef, ha sido tan discreta que al principio ha pensado que se trataba de una broma.
Una actitud inesperada en la mesa con la princesa Leonor
Una vez allí, Leonor se ha mostrado cercana y espontánea durante toda la comida. No ha habido despliegues ni formalidades excesivas, solo un grupo de jóvenes que han compartido mesa y conversación. El cocinero ha asegurado que la heredera ha transmitido alegría y educación en cada gesto.
El servicio ha transcurrido con normalidad, aunque los tiempos han estado algo ajustados por cuestiones logísticas. Uno de los comensales ha pedido que los platos salieran más rápido para poder regresar puntuales al barco. Aun así, todos han disfrutado del almuerzo y del ambiente relajado que se ha generado en el local.
Höhr también ha recordado el momento en el que se ha acercado a la princesa para tomar nota de su pedido. Le ha dicho que era un honor atenderla, y ella ha respondido con una sonrisa y un gesto de gratitud. “Muy cercana y humilde”, ha insistido el chef al hablar de ese instante.
El gesto de despedida de Leonor que quedará en la memoria del chef
Antes de marcharse, Leonor ha accedido a hacerse una foto con él sin poner ninguna pega. Ha posado de pie, con una actitud amable y tranquila, mientras uno de sus escoltas se ha encargado de capturar la imagen. Para Juan Höhr, esa foto ha sido un recuerdo especial de una experiencia que no olvidará.
El cocinero ha explicado que no ha habido ningún protocolo estricto ni trato especial más allá de la seguridad básica. La princesa se ha comportado con normalidad, mostrando la cercanía que tanto se ha destacado últimamente en sus apariciones. Y eso es precisamente lo que ha querido destacar al compartir ahora lo vivido: una heredera sin artificios, natural y alegre.
La imagen que se ha proyectado en Salicornia ha sido la de una joven completamente integrada en su grupo, sin distancias ni rigideces. El testimonio de Juan Höhr ha servido para ilustrar cómo Leonor ha dado un paso más en su camino hacia la normalidad institucional. Y ha dejado claro que sabe convivir con el cargo sin perder la sencillez.