La atención mediática en torno a la princesa Leonor se ha intensificado este agosto cuando optó por un vestido estampado que ya había llevado su madre, la reina Letizia, en una recepción en el Palacio de Marivent. Lo que parecía un guiño de estilo se ha convertido en motivo de análisis por parte del reconocido diseñador Juan Avellaneda. La polémica se mezcló con elogios por el simbolismo detrás de la elección.
El vestido que marca un mensaje de legado
Leonor sorprendió al retomar un vestido de Desigual que Letizia ya había lucido hace dos años en el mismo acto en Mallorca. El diseño, con un estampado azul sobre blanco y escote con hombros descubiertos, refleja un aire mediterráneo que conecta con el entorno isleño. Según Avellaneda, el conjunto “equilibra perfectamente elegancia y naturalidad” y transmite un mensaje claro de sostenibilidad al reciclar prendas familiares. Aclara que, aunque distingue a la heredera, puede no favorecerla del todo por el tipo de corte.
Declaraciones de Avellaneda y reacciones en redes
Desde su cuenta en Instagram y vídeos en TikTok, el estilista describe el modelito como un acierto en cuanto a frescura y coherencia visual con el paisaje balear. Señala que el vestido destaca sobre los looks más sobrios de otros miembros de la familia real, aportando un punto juvenil y reconocible.

También destacó que quizá unas sandalias más finas o un calzado que estilizara más su figura habrían sido una mejor opción, pero respetó la coherencia entre tradición y elección personal. En TikTok, los comentarios giran en torno a lo bien que conecta el vestido con la isla y la evolución personal de Leonor hacia un estilo propio de princesa.
Sostenibilidad, estilo y simbología de lo prestado
Avellaneda subraya que al reutilizar un vestido de su madre Leonor envía un mensaje poderoso de unión generacional, herencia con sentido y respeto por el planeta. Esta elección consciente conecta con tendencias globales de moda responsable. Para él, el toque final lo aportan alpargatas artesanales y joyería sencilla que refuerzan la autenticidad del conjunto.
Por otra parte, la estilista Pilar Lara añadió que la apuesta es inteligente. El escenario era ideal para un look veraniego, natural y muy balear. Ambas expertas coinciden en que, aunque le aporta frescura, un calzado diferente habría aportado mayor estilización sin romper el conjunto simbólico y armónico.

El peso mediático de la elección y su impacto en tendencias royals
La aparición de Leonor con ese vestido no pasó desapercibida en redes ni medios especializados. Se ha viralizado rápidamente, en parte por tratarse de un modelo previamente usado por la reina Letizia en un acto significativo. El gesto fue interpretado como una estrategia de imagen con mensaje, más que como una simple decisión estilística.
La cobertura en ¡HOLA! y otros portales de lifestyle ensalzó la dualidad entre juventud y elegancia, mientras que en redes se debatía si el escote o el estampado podían resultar demasiado cargados o, en cambio, una bocanada de frescura real.
Desde Marivent, Leonor comienza a definir un estilo propio, menos institucional y más personal, mientras se mantiene el protocolo real. Según Avellaneda, arriesga con sutileza y sin romper moldes. Es menos atrevida, sí, pero con sentido y coherencia. Su look fue discreto pero significativo.