La preocupación en el Palacio de la Zarzuela es evidente, aunque desde la Casa Real se mantenga un silencio absoluto. Irene de Grecia, hermana pequeña de la reina Sofía, no atraviesa su mejor momento de salud y su estado mantiene en vilo a todo su entorno más cercano.
Según ha confirmado la periodista Pilar Eyre en su canal de YouTube, los médicos del palacio han tomado la decisión de estar junto a Irene las 24 horas del día. Atentos a cualquier cambio en su situación, que a día de hoy se considera delicada. La discreción con la que se maneja la información contrasta con las revelaciones de Pilar Eyre, quien no ha dudado en describir lo que sucede en la Zarzuela.

“Irene de Grecia está muy controlada porque su salud parece pender de un hilo. Hay un trasiego continuo de enfermeras y médicos, de sacerdotes ortodoxos y católicos, así como del propio capellán del palacio. Incluso las hijas de la reina emérita se están turnando para acompañar a su madre en estos momentos tan duros”, relató en su último vídeo.
Irene de Grecia está muy unida a su hermana
La unión entre Sofía e Irene ha sido siempre inquebrantable. Criadas juntas en el exilio, su vínculo ha resistido los embates del tiempo y las circunstancias, hasta el punto de que ambas se han convertido en compañeras inseparables.

Ahora, con la salud de Irene de Grecia deteriorada, la reina emérita se encuentra completamente volcada en Irene, viviendo a su lado una vigilia dolorosa. Tal y como recoge Eyre en su blog de Lecturas, Sofía está “devastada anímica y físicamente”, llorando día y noche.
Una persona conocedora de lo que ocurre en Casa Real habla sobre Irene de Grecia
“Menos mal que tanto Irene como su hermana ven la muerte, no como un final, sino como el principio de una nueva vida”, asegura un informador de Zarzuela, según reveló Eyre.

Esa visión espiritual y compartida se ha convertido en el único consuelo en un ambiente sombrío dentro de la Zarzuela. Un caserón descrito por algunos como solitario, a pesar del trasiego constante de servicio y personal sanitario que busca ofrecer alivio a la familia.
El silencio oficial de la Casa Real contrasta con este secreto a voces que corre de boca en boca. Irene y su hermana afrontan juntas el momento más difícil de sus vidas, con la convicción íntima de que la muerte no supone el fin, sino el comienzo de otra existencia.