Los médicos de la Casa Real han tomado una decisión clave respecto a Irene de Grecia. La hermana de la reina Sofía, de 83 años, ha sufrido en los últimos años un deterioro notable. La Casa Real no se ha pronunciado de forma oficial, pero la preocupación ha crecido en Zarzuela.
La revista Lecturas ya ha revelado en su momento que Irene, conocida cariñosamente como “la tía Pecu”, ha padecido el mal del olvido. Este 2025 ha sido especialmente determinante y por eso la reina emérita Sofía ha mostrado tanta inquietud. La abuela de la princesa Leonor ha vivido un verano muy diferente.

Apenas ha permanecido 48 horas en Marivent. Ha preferido regresar a Madrid para acompañar a su hermana. Irene se ha quedado en Zarzuela porque los médicos le han recomendado no viajar.
Irene de Grecia no ha viajado con su familia por recomendación de los médicos de la Casa Real
La decisión ha sido clara: mejor tranquilidad, reposo y pocas alteraciones. Los especialistas han considerado que el estado de Irene es más delicado de lo que se pensaba. Pilar Urbano ya ha recordado que Sofía confesó en una entrevista que nunca ha tenido amigas íntimas.
Irene ha sido siempre su confidente. Su sostén en los momentos buenos y en los malos. Esa unión ha sido indestructible desde el exilio.

Ahora la reina emérita no se ha querido separar de ella. El vínculo entre ambas ha sido más fuerte que nunca. No se conocen los detalles clínicos exactos, pero todo indica que la situación ha sido grave.
Pilar Eyre, periodista experta en la Casa Real, ha explicado en su canal de YouTube que la salud de Irene está muy vigilada. Según ha contado, la hermana de Sofía está controlada día y noche.
Irene de Grecia está bien atendida por el equipo médico de la Casa Real
"En Zarzuela se vive un trasiego continuo. Enfermeras, médicos, sacerdotes ortodoxos y católicos, incluso el capellán del Palacio, han estado entrando y saliendo de forma constante", ha confesado Eyre. También las hijas de la reina emérita Sofía se han turnado para acompañar a su madre debido a que nadie quiere dejar sola a Irene en ningún momento.

Los médicos han decidido que su cuidado sea permanente. Han establecido un control médico de 24 horas al día. La orden ha sido firme: no dejarla sola bajo ninguna circunstancia.
Irene de Grecia ha estado rodeada de atenciones y del cariño de su familia. La discreción ha sido máxima, pero la preocupación en el entorno real ha quedado más que evidente.