El entorno más cercano de la emérita confirma el delicado momento familiar que afecta directamente a sus planes. Las vacaciones de verano han comenzado de manera inusual para la reina Sofía. Lejos de ser la primera en llegar a Mallorca como cada año, la emérita ha retrasado su viaje por una razón personal.
En un verano marcado por cambios en la dinámica familiar, la presencia de la reina Sofía en la recepción de Marivent no ha pasado desapercibida. Su aparición, aunque breve, ha sido interpretada como un gesto de compromiso.

Su llegada a Mallorca se retrasó más de lo habitual
En años anteriores, la madre del rey Felipe era la encargada de inaugurar el verano en Marivent. Su presencia temprana servía como punto de encuentro para hijos, nietas y otros familiares. Pero este año, esa tradición ha cambiado.
A diferencia de otras ocasiones, los reyes y sus hijas llegaron antes a la isla y comenzaron su agenda pública sin ella. La ausencia inicial de la emérita llamó la atención de medios y observadores de Casa Real, generando dudas sobre el motivo de su retraso.
No fue hasta el pasado lunes cuando se confirmó su presencia en la recepción oficial. La reina Sofía no quiso faltar a la cita en Marivent, aunque esta vez su presencia fue más breve de lo habitual. Su asistencia, limitada a unas horas, marcó un cambio respecto a otros veranos en los que pasaba largas estancias en la isla.

El estado de salud de Irene marca las vacaciones de la reina Sofía, según fuentes cercanas
La reina Sofía ha retrasado este año su llegada a Marivent debido al delicado estado de salud de su hermana Irene. Aunque suele llegar antes a Mallorca, esta vez prefirió quedarse en Madrid para acompañar a su hermana.
Durante los días previos, surgieron rumores sobre el verdadero motivo de la demora de la reina Sofía. Finalmente, voces cercanas han confirmado que la razón es la salud de su hermana, la princesa Irene de Grecia.
“Los médicos le han desaconsejado el viaje”, explican desde su entorno. Aunque su estado no es alarmante, se describe como delicado. Irene de Grecia, de 83 años, tiene días mejores y peores, y la emérita ha querido priorizar su compañía y cuidado personal durante este tiempo.

La recepción en Marivent: una aparición significativa
A pesar de la situación, la reina Sofía quiso estar en la recepción con autoridades baleares. Su aparición fue breve pero significativa, y compartió gestos de complicidad con la reina Letizia y sus nietas, que no se separaron de su lado.
La emérita optó por un look veraniego y sobrio, y mantuvo su característica sonrisa ante los fotógrafos. Aunque las cámaras captaron momentos amables, quienes estaban allí notaron que la reina estaba más reservada que en otras ocasiones.

TVE confirmó que su estancia solo duraría 48 horas, un cambio notable respecto a otros veranos. La falta de Irene también se hizo evidente, pues siempre viajaba junto a su hermana a Marivent.
La preocupación de la reina Sofía por su hermana viene de tiempo atrás. En los últimos años, Irene ha sido una presencia constante, acompañándola en actos familiares y viviendo junto a ella en la Zarzuela.