En ocasiones, la rutina de la seguridad se ve alterada por episodios inesperados que ponen en jaque la tranquilidad de un enclave normalmente reservado a la calma. La madrugada del 29 de julio - pero se ha sabido ahora - un operativo policial rompió el silencio habitual de una conocida zona, encendiendo todas las alertas y obligando a actuar con rapidez ante una situación que, en cuestión de minutos, pasó de la vigilancia preventiva a la acción directa.
Una persecución de madrugada junto a un enclave vigilado
El suceso comenzó cuando agentes de la Policía Nacional, en colaboración entre Palma y Madrid, llevaban a cabo un dispositivo especial de seguridad en las inmediaciones del Palacio de Marivent, el emblemático edificio vinculado tradicionalmente a las vacaciones de verano de la familia real española.
Era de madrugada cuando los efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) detectaron la presencia de dos ciclomotores circulando a gran velocidad y en sentido contrario al habitual, con dos ocupantes en cada uno. La actitud sospechosa de los conductores llamó de inmediato la atención de los agentes, que les dieron el alto para comprobar su identidad y la procedencia de los vehículos.

Sin embargo, lejos de detenerse, los ocupantes de las motocicletas optaron por la huida, realizando una maniobra evasiva que puso en peligro la integridad de otros conductores y peatones en la zona. Ante la negativa de los sospechosos a obedecer las órdenes policiales, se desató una persecución que no solo fue intensa, sino que puso a prueba la coordinación de los agentes y su capacidad de reacción ante incidentes inesperados en un entorno tan sensible como el que rodea al palacio.
Detalles de la detención y antecedentes de los implicados
Los cuatro varones —tres de ellos menores de edad— lograron apearse de las motos y continuar su fuga a pie, pero finalmente fueron interceptados cerca de un conocido centro comercial gracias al rápido despliegue de las patrullas. Al retener a los jóvenes, los agentes comprobaron que los ciclomotores presentaban signos evidentes de forzamiento: las llaves de arranque habían sido manipuladas y el cableado estaba empalmado, una técnica habitual en robos exprés de este tipo de vehículos.
La investigación posterior permitió confirmar que las motos habían sido sustraídas poco antes del incidente, y se contactó con los propietarios para informarles de la recuperación de sus vehículos. A los detenidos se les atribuyen delitos contra la seguridad vial, desobediencia grave y hurto de uso de vehículo, cargos que podrían agravarse dada la peligrosidad de la maniobra de huida en una zona de máxima seguridad.
El Palacio de Marivent: un símbolo bajo vigilancia
La localización del suceso añade un matiz especial al operativo policial. El Palacio de Marivent no es solo una residencia de verano para la familia real, sino también uno de los lugares más vigilados de Baleares, especialmente durante la temporada estival. De hecho, en las mismas fechas del incidente, los reyes Felipe VI y Letizia se encontraban en la isla junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, quienes este año han protagonizado su debut en la tradicional recepción de verano celebrada el 4 de agosto en los jardines del palacio.
El evento reunió a más de 600 invitados y supuso un importante despliegue de seguridad, aunque lo ocurrido con los ciclomotores no tuvo relación directa con la familia real ni alteró el desarrollo de sus actividades.