La Academia del Aire ha sufrido de primera mano la llegada de la princesa Leonor a sus instalaciones. En San Javier, la heredera al trono permanecerá 10 meses mientras adquiere formación aérea militar. Dada su presencia, el entorno de la princesa ha revelado, por fin, lo que implica tener a la futura reina en la AGA.
Y es que, por mucho que se haya insistido, la princesa Leonor no es cómo cualquier estudiante de la Academia del Aire. Si bien debe cumplir con sus obligaciones como el resto de alumnos, es inevitable que haya ciertas diferencias. También que se adopten medidas que impliquen un cambio evidente en el recinto.

Así se ha adaptado la Academia del Aire a la presencia de la princesa Leonor
Desde el momento en que la princesa Leonor puso un pie en la Academia del Aire, el recinto ha cambiado de manera drástica. Se intensificó la idea de que nada cambiaría durante estos 10 meses, pero la realidad ha sido muy distinta. No en vano, hablamos de la futura reina y, como tal, todo debe estar calculado al milímetro.
Por ello, el entorno de la princesa Leonor ha revelado qué ha pasado en la Academia del Aire: han levantado una gran valla. Con precisión y rapidez militar, en cuestión de poco tiempo se ha establecido que se delimite todo el perímetro que envuelve el recinto.

El entorno, antes abierto junto al Mar Menor, ya no lo será tanto, en su lugar habrá una valla que sobresaldrá del paisaje costeño, para marcar el territorio. Esa valla no es cualquier verja. Tendrá dos metros y medio de altura y, por si algún curioso lo intentara, va rematada con alambre de espino para disuadir cualquier acceso.
Este cerramiento mejorará la protección de las instalaciones y coincide con la llegada de la princesa Leonor a la Academia del Aire. Con ello se garantiza que la heredera esté firmemente protegida y lejos de miradas indiscretas.
No es que vayan a construir una fortaleza, pero se han asegurado de que esa zona costera que antes invitaba al paseo quede controlada estrictamente. Además, han previsto puertas para vehículos, lo que significa que cualquier circulación queda regulada. Toda esta magnánima obra que superará los 100 mil euros se ejecutará en cinco meses.
Las otras medidas con las que cuenta la princesa Leonor en la Academia del Aire
Más allá de esa valla robusta, también se han implementado otras medidas de seguridad en la Academia del Aire. Por ejemplo, se ha mejorado la revisión de correspondencia al límite y se ha instalado un escáner de rayos X en la sala de paquetería.
Es discreto, eficaz, a la par que necesario tras la llegada de la princesa Leonor. De lo que se trata es de cuidar cada envío que entra a la Academia del Aire para evitar paquetes sospechosos. No se ha vinculado oficialmente estos cambios con la llegada de la princesa Leonor, pero la coincidencia en el calendario no pasa desapercibida.

Aunque Leonor es tratada como una cadete más, los protocolos de seguridad han ganado en intensidad. La zona marinera, con su exposición natural, ya no es un punto débil, y la valla con alambre de espino lo confirma.
A esto hay que sumarle el equipo de profesionales con el que cuenta la princesa Leonor. Se ha sabido que, junto a ella, en la Academia del Aire se encuentran unas 15 personas que cuidan de su seguridad. Aunque no interfieren directamente en su día a día, sí están pendientes de cada movimiento que realiza la heredera.
Sin duda unos cambios drásticos en la normalidad del recinto que, ahora, cuenta entre sus cadetes con la futura reina.