Felipe VI y la infanta Elena han compartido décadas de vida pública. Han estado juntos en momentos históricos, celebraciones y despedidas, siempre bajo la atenta mirada de una nación. Pero, como en cualquier familia, las diferencias personales pueden abrir distancias que ni el protocolo consigue disimular.
La imagen de cercanía entre ambos ha sido, durante años, un símbolo de estabilidad en la Casa Real. Sin embargo, las últimas semanas han dejado entrever que no todo transcurre con la armonía que se proyecta desde el balcón. En privado, las decisiones y posturas recientes han provocado un enfriamiento que sorprende incluso a su entorno más cercano.

El desacuerdo entre la infanta Elena y el rey Felipe VI
En los últimos meses, la relación entre Felipe VI y su padre, Juan Carlos I, ha sufrido un notable deterioro. El rey Felipe VI considera que su padre no está cumpliendo con lo pactado para garantizar un regreso sin polémicas. Lejos de mantener un perfil bajo, el rey emérito ha protagonizado titulares con demandas y el anuncio de un libro de memorias.
El rey Juan Carlos I asegura que en el libro biográfico llamado Reconciliación contará “su verdad”. Esto inquieta profundamente al rey Felipe VI, puesto que considera que la publicación dañará la imagen de la institución, sin importar el contenido exacto. Por ello, ha intentado durante meses disuadir a su padre de seguir adelante, sin lograr resultados.

La infanta Elena toma partido y se aleja de Felipe VI
En medio de esta situación, la infanta Elena se ha alineado de forma clara con su padre. Cree que contar su versión es lo mejor para él y que hacerlo es un acto de justicia personal. Su apoyo ha sido constante, convirtiéndose en una de las impulsoras de la publicación.
Esta postura ha generado tensión con Felipe VI, que percibe el gesto como un riesgo para la estabilidad de la monarquía. Las diferencias han desembocado en discusiones y en un distanciamiento que, según fuentes cercanas, ha llegado al silencio total. Lo que antes era complicidad, hoy parece convertirse en un terreno lleno de cautela y reservas.

En un momento de alta exposición mediática, esta división familiar añade un nuevo reto para la Casa Real. El desenlace, con la publicación del libro en el horizonte, podría marcar un antes y un después en la relación de los hermanos. Mientras tanto, el público y la prensa observan, a la espera de cuál será el próximo movimiento.