Donald Trump es una persona que, constantemente, ha mostrado una habilidad especial para atraer la atención, incluso en los escenarios más diplomáticos. Keir Starmer, el nuevo primer ministro británico, fue recibido con honores en Escocia por el presidente estadounidense. La reunión, que estuvo cargada de peso político, también dejó espacio para conversaciones menos esperadas y más personales.
Hablar de figuras públicas como Trump y Meghan Markle es abrir la puerta a una mezcla de política, fama y emociones intensas. Cada uno, en escenarios muy distintos, han logrado colocarse bajo la luz pública, aunque no siempre por motivos agradables. La última interacción entre ambos volvió a demostrar que algunas tensiones no se apagan, solo cambian de forma.

Un mensaje entre líneas de Donald Trump con nombre y apellido
En medio de su charla con Starmer, Trump lanzó lo que muchos interpretan como una crítica velada hacia los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle. El presidente elogió al rey Carlos III y a Camila, destacando su cercanía con ellos durante su mandato. Dijo: “Son personas estupendas; son realmente estupendos”, para luego matizar con ironía: “Podría haber gente que no fuera estupenda”.
La frase final desató especulaciones al instante, sobre todo por el conocido historial entre Trump y los duques de Sussex. Aunque sin nombrarlos, la referencia se entendió claramente como una indirecta a Meghan y Harry. El comentario volvió a encender un conflicto que parecía dormido.

Una tensión entre la pareja y Donald Trump que no se enfría
No es la primera vez que el presidente de Estados Unidos se refiere de forma crítica a Meghan Markle. En otra ocasión, incluso cuestionó el estatus migratorio de Harry y comentó: “Ya tiene suficientes problemas con su esposa, es terrible”. Frases como esta han marcado un patrón de desprecio que no se oculta.
Por su parte, los duques de Sussex tampoco han evitado las indirectas. Harry usó su discurso en los Juegos Invictus para hablar de la “debilidad moral del mundo”, frase que muchos interpretaron como respuesta a Trump. Además, su participación pública durante las elecciones de Estados Unidos también fue vista como una postura política contraria al mandatario.

A pesar de la tensión, Harry y Meghan no han mostrado intención de dejar su residencia en California. Aunque, los rumores de reconciliación entre el príncipe y su padre podrían cambiar el panorama en el futuro. Pero por ahora, Trump vuelve a colocar a Meghan en una posición incómoda, con una sola frase.