El pasado 10 de mayo, una invitada al buque‑escuela Juan Sebastián de Elcano destacó un detalle insólito sobre la princesa Leonor y terminó perdiendo su móvil. Según contó esta persona, al llegar a bordo se le pidió dejar el teléfono atrás, y pocos minutos después se lo incautaron. ¿La razón? Había captado un cambio físico notable en Leonor.
La reacción de Zarzuela no tardó: prohibir el uso de móviles en la embarcación. El objetivo oficial fue preservar la discreción, pero muchos interpretan que se quería evitar mostrar detalles más íntimos del trayecto militar.
Las manos de Leonor, protagonistas inesperadas
La invitada, experta en imagen y comunicación, detalló en el programa D Corazón que la princesa presentaba claras señales del esfuerzo físico: manos ásperas, callos fruto de tensar cuerdas y maniobras en alta mar. Un verdadero símbolo viviente del compromiso militar.

Este desgaste manual chocó con el perfil impecable que suele transmitir la Casa Real. Y provocó sorpresas: no es habitual ver a Leonor con esa imagen tan “obrera” en un entorno tan mediático.
Camino a su reinado: exigencia física y disciplina
Esa transformación no es casualidad. Desde que ingresó en la Academia General Militar en Zaragoza en agosto de 2023, Leonor ha mostrado cambios físicos evidentes. Expertos coinciden: su postura, musculatura y resistencia corporal revelan una evolución constante, vinculada a su preparación como futura Reina y comandante suprema de las Fuerzas Armadas.
Su despliegue en el Elcano reforzó esa imagen: no solo representa, también actúa. Nadie esperaba verla con manos curtidas como las de un marino profesional, pero fue precisamente ese detalle el que despertó la atención y generó este pequeño escándalo.

Zarzuela bajo la lupa: ¿protección o exceso?
La decisión de confiscar móviles ha generado debate. Por un lado, se argumenta que evitó filtraciones de fotografías comprometedoras. Por otro, muchos apuestan a que fue una reacción desaforada. Como si Casa Real desconfía más del entorno que de la propia Leonor…
Este episodio se suma a otros recientes, como cuando la Casa Real emprendió acciones legales contra un centro comercial chileno por filtrar fotos de compras de la princesa —lo que motivó un archivo fiscal ante falta de ilegalidad.
Reacciones de las partes implicadas
La invitada afectada no ha emitido declaraciones tras el incidente. En TVE solo comentó su sorpresa por el gesto seco de los escoltas. Zarzuela, por su parte, no ha hecho comentario público, limitándose a mantener el protocolo de móviles fuera del barco.

En redes sociales y foros especializados, las opiniones están divididas. Mientras unos celebran que Leonor realmente esté “remangándose” y mostrando autenticidad, otros creen que dicho gesto solo añade más control y restricciones sobre su figura. El contraste no puede ser más evidente: una princesa en formación, pero un entorno repleto de filtros.
Una nueva polémica: las redes hablan
¿Es este el inicio de un nuevo estilo más austero y cercano para Leonor? ¿O solo se trata de otra polémica controlada desde Zarzuela? Con el tour por América Latina aún en curso —y la reciente escala en la fragata Blas de Lezo—, será interesante comprobar si la princesa sigue mostrando señales de su entrenamiento —y si esos pequeños detalles se filtran, o se imponen medidas drásticas como en el Elcano.
Queda en el aire una pregunta que será clave en su reinado: ¿Por qué teme Zarzuela más a una foto que a una imagen potente de faena real?