La vida en palacio siempre ha estado envuelta en un halo de misterio y fascinación. Sus muros no solo albergan historia y secretos de Estado, sino también el día a día de una de las familias más observadas del planeta. Ahora, una de esas puertas, concretamente la de la cocina, se abre para ofrecer una oportunidad laboral que parece sacada de un guion cinematográfico.
La Casa Real británica ha lanzado una oferta de empleo para encontrar a una persona capaz de deleitar los paladares del rey Carlos III y la reina Camilla, así como de los numerosos dignatarios y miembros de la realeza que visitan sus residencias.
No se trata de un trabajo cualquiera, sino de una inmersión total en un entorno donde la tradición y la excelencia son la norma. Lejos de ser una simple vacante, es una invitación a formar parte de la maquinaria que sostiene la monarquía británica, un engranaje donde cada detalle cuenta.

Quien consiga el puesto no solo cocinará para un rey, sino que será custodio de un legado culinario que ha servido a generaciones de monarcas. Una oportunidad que exige discreción, talento y una capacidad de adaptación fuera de lo común.
Un puesto de alta cocina entre muros históricos
La oferta publicada en la web oficial de la Casa Real busca cubrir la posición de ‘sous chef’, el segundo al mando en la jerarquía de las cocinas de palacio, justo por debajo del jefe de cocina. Las responsabilidades son tan variadas como exigentes: desde planificar los menús diarios de los monarcas hasta supervisar la ejecución de majestuosos banquetes de Estado.
El candidato elegido deberá garantizar que las operaciones fluyan con la precisión de un reloj suizo y que la calidad del servicio sea siempre impecable.

El día a día implica supervisar a los chefs junior, sirviendo como mentor para las futuras promesas de la cocina real, y asegurarse de que los ingredientes, siempre de la más alta calidad y de temporada, estén disponibles para cada ocasión. El puesto tiene su base en el Palacio de Buckingham, pero la flexibilidad es clave.
La agenda real obliga a que el equipo de cocina se desplace a otras residencias oficiales como Windsor o Balmoral, viajes cuyo tiempo se compensa posteriormente con días libres. Se trata de una dedicación completa, trabajando 45 horas semanales distribuidas en cinco días, con la promesa de un equilibrio que permita disfrutar de fines de semana y tardes libres de forma regular, un lujo poco común en la alta restauración.
Requisitos, beneficios y el "factor royal"
Para aspirar a este puesto no basta con ser un buen cocinero. El currículum debe reflejar una sólida experiencia previa como ‘sous chef’ en entornos de alta cocina, preferiblemente en caterings de cinco estrellas o establecimientos de prestigio similar.
Se requieren habilidades demostradas en todas las áreas de la cocina, desde platos principales hasta la más delicada repostería. Además, el candidato ideal debe poseer dotes de liderazgo, una organización impecable y excelentes habilidades de comunicación para coordinar a un equipo que puede llegar a estar formado por treinta personas.

Si bien las exigencias son altas, la recompensa lo es igualmente. Aunque el salario no se especifica en la oferta —se define como "competitivo" y se negociará en función de la valía del candidato—, el paquete de beneficios es lo que realmente distingue esta oportunidad.
La Casa Real ofrece un generoso plan de pensiones no contributivo del 15%, 25 días de vacaciones anuales (que pueden aumentar hasta 30 con la antigüedad) y comidas incluidas durante la jornada laboral. Además, se brinda la opción de alojamiento "live-in" dentro de las propiedades reales, con el correspondiente ajuste salarial, una ventaja que permite una inmersión total en la vida de palacio.
Trabajar para la monarquía también incluye ventajas únicas, como un 20% de descuento en las tiendas de la Royal Collection Trust y entradas de cortesía para todas sus instalaciones, perfectas para compartir con familiares y amigos. Se promueve además la conciliación, con ayudas a la paternidad y permisos especiales para realizar voluntariado. Es una forma de entender el trabajo que va más allá de lo puramente profesional, buscando el bienestar integral de sus empleados.
Convertirse en el ‘sous chef’ de Carlos III significa entrar en un mundo de anécdotas fascinantes, como las que en su día desveló el exchef real Darren McGrady sobre la reina Isabel II, quien alternaba la sencillez de desayunar cereales en un recipiente de plástico con la opulencia de comer fruta en un plato con incrustaciones de diamantes. Quienes se sientan preparados para este desafío único tienen hasta el 28 de septiembre de 2025 para presentar su candidatura.