Vallecas se prepara para vivir una de las semanas más emocionantes de los últimos años. El ambiente en el barrio madrileño es de máxima expectación, y no es para menos. El equipo afronta el desenlace de la temporada con la posibilidad real de entrar en competiciones europeas. Un logro que marcaría un antes y un después en la historia reciente del club.
En medio de los nervios por el partido decisivo ante el Mallorca, la directiva no quiere perder el tiempo. David Cobeño y Martín Presa saben que la exigencia de jugar en Europa requiere reforzar cada línea y encontrar nuevas piezas que puedan dar un salto de calidad.
Por eso, han comenzado a moverse con discreción, atentos a las oportunidades que puede dejar el mercado y también a las necesidades inmediatas que podrían surgir, sobre todo en defensa.

Un interés que se reaviva
Entre los nombres que se barajan en las oficinas del Rayo, hay uno que hasta hace pocos días parecía inalcanzable, el de Jesús Vallejo. El club madrileño ha puesto sus ojos en el defensa aragonés, quien apenas ha tenido protagonismo en la última campaña. Con solo cuatro partidos disputados y 136 minutos en total, Vallejo busca un nuevo destino. Este año sumado una asistencia, precisamente ante el Mallorca, rival directo del Rayo en esta última jornada.

La situación contractual de Vallejo también favorece el movimiento. El central terminó contrato el 30 de junio de 2025. Tanto el Getafe como el Rayo Vallecano han mostrado interés, aunque en Vallecas ya dan por hecho el acuerdo para incorporar al jugador.
El club planea ofrecerle un contrato de tres o cuatro temporadas, un movimiento estratégico pensando en consolidar una defensa capaz de afrontar el reto europeo.
La competencia por un puesto en la zaga
El posible fichaje de Vallejo llega en un contexto de cambios profundos en la defensa rayista. El conjunto de Iñigo Pérez podría perder a piezas clave como Abdul Mumin, Florian Lejeune, además de Aridane Hernández, que ya se ha ido. Vallejo llegaría para competir por un sitio junto a Pelayo, en una línea que podría verse muy renovada si se consuma la ansiada clasificación continental.
La apuesta por Vallejo no es casualidad. El central maño fue una de las grandes promesas del fútbol español, llegando a capitanear a las selecciones inferiores. A sus 28 años, y tras varias cesiones, su fichaje por el Rayo representaría una nueva oportunidad para relanzar su carrera.
El impacto potencial en el esquema de Iñigo Pérez
Más allá de los números, la llegada de Vallejo podría aportar estabilidad y variantes al sistema del técnico vasco. Su perfil encaja con la filosofía de un Rayo que apuesta por la salida de balón limpia desde atrás y la presión alta. Si bien sus minutos esta temporada han sido testimoniales, su experiencia y capacidad de adaptación podrían ser clave para afrontar el calendario europeo y las exigencias de LaLiga.
En un curso marcado por la regularidad defensiva y el orden táctico, el reto para Vallejo será recuperar su mejor nivel y ganarse el respeto de los aficionados. La competencia será alta, pero el contexto le brinda una ocasión única.