El Manchester City está decidido a reforzar su plantilla con determinación este verano. El equipo dirigido por Pep Guardiola ha arrancado el mercado de fichajes con paso firme, incorporando nombres interesantes como Rayan Aït-Nouri, Rayan Cherki, Tijjani Reijnders, Sverre Nypan y Marcus Bettinelli. Pero hay una posición que sigue dando quebraderos de cabeza al técnico de Santpedor: el lateral derecho.
Con la marcha definitiva de Kyle Walker rumbo al Burnley y las dudas que deja Rico Lewis, Guardiola ha exigido a la nueva dirección deportiva liderada por Hugo Viana que encuentre un defensor de primer nivel. La prioridad es clara: asegurar ese costado con un jugador consolidado y fiable.
Un perfil que encaja en el estilo City
Su fiabilidad, su físico imponente y su capacidad para jugar tanto de lateral como de central le convierten en una pieza ideal para cualquier equipo de élite. No es casualidad que Guardiola lo tenga en su radar: cumple todos los requisitos para brillar en la Premier League.
A pesar de los rumores que apuntan a que Joan Laporta y Deco podrían estar valorando a otros nombres, como Denzel Dumfries, cuyo fichaje sería relativamente asequible gracias a una cláusula de solo 25 millones con el Inter de Milán, lo cierto es que el club azulgrana no tiene intención de desprenderse de su defensor titular.
Una oferta de 70 millones que no mueve al Barça
La respuesta del Barça ha sido contundente. El Manchester City presentó una propuesta formal de 60 millones de euros fijos y 10 en variables, intentando seducir al club catalán. Pero Joan Laporta y Hans-Dieter Flick han sido tajantes: el jugador es intransferible.
El internacional francés se ha ganado a pulso su rol de líder en el vestuario. No solo es indiscutible para el entrenador, sino que también ha empezado a ejercer como uno de los capitanes del equipo, dada su experiencia y compromiso. En este contexto, dejarlo marchar sería incoherente con el proyecto deportivo que el Barça quiere consolidar.
Además, desde la dirección deportiva han dejado claro que no habrá negociación posible. El mensaje a los pretendientes ha sido cristalino: quien quiera llevarse al defensor deberá pagar la cláusula de rescisión, que asciende a la astronómica cifra de 1.000 millones de euros.
El City, bloqueado ante una cláusula inasumible
Ni Guardiola ni Viana se esperaban una negativa tan rotunda. Aunque el interés era real y existía predisposición por parte del entorno del jugador a escuchar ofertas, el muro levantado por Laporta es prácticamente insalvable. Ningún club, por poderoso que sea, puede asumir una cifra semejante sin romper todas las reglas del fair play financiero.
Mientras tanto, el Barça ya trabaja en renovar al jugador. Saben que es un activo estratégico, no solo por su rendimiento, sino también por su perfil de liderazgo. Flick cuenta con él como uno de los ejes del nuevo proyecto, y su papel será aún más importante en una temporada donde el equipo aspira a revalidar Liga y Copa, y dar un paso más en la Champions.
Un nombre que lo dice todo
Y sí, como habrás adivinado, el futbolista por el que el Manchester City ha ofrecido 70 millones y que Laporta se niega a vender a menos que paguen los 1.000 millones de su cláusula es Jules Koundé. El francés es ahora mismo uno de los baluartes del Barça, y ni todo el dinero de la Premier parece suficiente para apartarlo del Camp Nou.