Marc-André ter Stegen ha hablado. Y lo ha hecho en un momento crucial para su carrera y para el futuro del FC Barcelona. Justo antes de embarcar rumbo a Burdeos, donde será operado nuevamente de sus recurrentes problemas lumbares, el portero alemán fue interceptado por SPORT en el aeropuerto del Prat.
Aunque su gesto fue tranquilo, sus palabras apuntan a calmar un clima de tensión evidente entre el jugador y la dirección deportiva: “La relación con el club está bien, siempre bien, intacta”, aseguró el capitán culé.
Una nueva baja en plena era Flick
Esta será la segunda operación en la misma zona que se le practica a Ter Stegen en apenas dos años, y llega justo al arranque de la segunda temporada de Hansi Flick como técnico azulgrana. El entrenador alemán ya dejó huella en su primer curso al conquistar Liga y Copa con un fútbol eficaz y vertical, y ahora enfrenta uno de los mayores retos: gestionar la portería sin su titular indiscutible durante meses.

En esta nueva campaña, el Barça ya cuenta en su plantilla con Joan García, fichado el pasado verano del Espanyol como apuesta de presente y futuro. El joven guardameta catalán se ha consolidado como una opción de garantías, y ahora tendrá la oportunidad de demostrar su valía durante la ausencia de Ter Stegen.
Una operación que genera fricciones
La intervención, que se realizará este martes en la clínica Sports Clinic de Burdeos-Mérignac, será dirigida por la doctora Amélie Léglise, la misma especialista que ya lo operó en 2023.

Aunque el FC Barcelona comunicó que sus servicios médicos supervisarían el proceso, medios como AS han informado que Ter Stegen no ha permitido que ningún representante del club le acompañe al quirófano. Este gesto, que no ha sido desmentido, alimenta la teoría de un distanciamiento real entre el portero y la entidad.
El propio jugador fue quien anunció en redes sociales que estaría de baja tres meses, una cifra poco habitual, ya que eso impide que el club pueda acogerse al artículo 77 de las normas presupuestarias de LaLiga. Este artículo permite usar el 80% del salario del jugador lesionado para inscribir a nuevos futbolistas si su baja supera los cuatro meses.
Un golpe inesperado para el plan financiero del Barça
La situación ha generado malestar en la directiva, ya que el alto salario de Ter Stegen representa una carga importante dentro del fair play financiero. Cada euro cuenta en este delicado equilibrio contable. Flick, que en principio no deseaba tocar la portería, ha aceptado la situación con pragmatismo, apostando por Joan García y pidiendo máxima discreción sobre la evolución del caso.
El club, por ahora, guarda silencio sobre el tiempo exacto de recuperación y deja el foco en el postoperatorio. Si la operación revelara complicaciones o se extendiera el plazo de baja más allá de lo previsto, el Barça podría entonces activar el procedimiento legal para liberar parte de la ficha del portero y tener margen de maniobra en el mercado.