Un verano convulso y de mucha polémica entre el FC Barcelona y el Athletic Club de Bilbao con Nico Williams de protagonista. Tras una grandísima Eurocopa del joven delantero del Athletic, el Barça ponía sus ojos para reforzar su plantilla como el gran bombazo del verano tras la llegada de Kylian Mbappe al Real Madrid.
Tras haberlo intentado durante todo el verano y aunque parecía que Nico estaba por la labor de venir, finalmente no se pudo dar. Todavía no quedó claro si fue Nico quien no se atrevió finalmente a dar el paso definitivo o el propio Barça que no tenía fair play suficiente ante las limitaciones de La Liga y su economía para afrontar un fichaje así. Lo que está claro es que esta saga no ha acabado y en varios meses podría volver a coger fuerza.
La estrategia que se plantea el Barça
El Barça quiere convencer al futbolista, aunque ya parece estar convencido de que la oportunidad no puede volver a dejarla pasar y que ahora Nico tendría “excusa” para los aficionados del Athletic alegando que se quedó un año más, que tienen un año para planificar los próximos años sin él y lo más importante que deja 60 millones de euros en caja, no se va libre. Con todo esto, Nico podría irse de mejor manera y avanzar su carrera a un proyecto nuevo como el del Barça que aspira a títulos importantes.
El Barça por su parte, cuando cierre los acuerdos con Nike que según Laporta será el mejor contrato de la historia del fútbol en términos económicos y que pronto se cerrará, lo que aliviará las cuentas del club y se podrá volver a operar con normalidad, dentro de la regla 1:1.
Entonces de alguna manera, todas las partes estarían satisfechas: el Athletic logra retener un año más a Nico y saca un buen dinero por su venta, el Barça tiene tiempo para mejorar la economía y fichar a un gran jugador y Nico se queda un año con su gente, se despide bien y sigue avanzando en su carrera deportiva.
¿Cómo encajaría Nico en el Barça de Flick?
Flick es un entrenador con una idea clara de juego y con un sistema definido. Quiere jugar con un doble pivote, un mediapunta y dos extremos con desborde y verticalidad. Su plan inicial este año era repetir la jugada de la selección española con Nico y Lamine por las bandas.
Al no llegar Nico, tuvo que adaptar a Raphinha en esa posición y meterlo más por dentro para combinar con Pedri y Dani Olmo. En caso de que llegue Nico, sería el único extremo izquierdo puro en plantilla y jugaría en ese 4-2-3-1 para generar desequilibrio y desborde en banda, así Balde no tendría que subir tanto como lo está haciendo ahora, que tiene todo el carril libre.