La noche en València dejó fútbol frenético, tensión en cada choque y una sensación compartida. El Ciutat de València vibró con un partido que cambió de guion varias veces. El foco, sin embargo, terminó apuntando a una decisión arbitral discutida que favorecía al Levante. Sin embargo, el Barça ha sido capaz de remontar el partido zanjando el partido con un 2-3.
Polémica final con posible penalti y un “balón a tierra” desconcertante
En los instantes decisivos, un contacto sobre el delantero visitante encendió todas las alarmas. El periodista José Álvarez denunció en X que la acción sobre el nueve merecía penalti, pero el juego se reanudó con balón a tierra para el equipo local. El mensaje se viralizó y fue replicado por cuentas especializadas, alimentando el debate arbitral inmediato.
La jugada volvió a abrir una discusión antigua sobre cómo se ejecuta el “drop ball” en situaciones así. El reglamento reciente permite reanudar con balón a tierra para el equipo con posesión identificable, criterio que suele generar lecturas opuestas.
Del 2-0 al 2-3: Pedri y Ferran sostienen una remontada que se quedó a medias
El choque cambió radicalmente tras el descanso, cuando el conjunto visitante pasó del abismo a la reacción. Primero llegó el 2-1 de Pedri en el 49’ con un derechazo desde la frontal que abrió la puerta a la remontada. Apenas tres minutos después, Ferran Torres firmó el 2-2 empujando un envío desde el córner para silenciar el estadio.

El envión permitió asediar el área rival y forzar intervenciones del guardameta en los minutos finales. Finalmente, el conjunto azulgrana ha conseguido anotar un gol en el descuento para sentenciar el partido.
Hernández Hernández, otra noche bajo el foco tras el precedente del Clásico 4-3
El colegiado designado fue Alejandro José Hernández Hernández, juez recurrente en duelos de alta temperatura competitiva. Su actuación recordó inevitablemente el Clásico del 11 de mayo de 2025, cuando una mano de Tchouaméni no fue sancionada tras revisión en el monitor. Entonces, aquella decisión encendió al barcelonismo pese al 4-3 final en Montjuïc, ya con el árbitro en el centro del huracán.
Hoy, su figura volvió a protagonizar la conversación posterior con la acción discutida del tramo final. La acumulación de episodios explica por qué cada gesto del colegiado se analiza con lupa.

Lamine Yamal, insistente y productivo: volumen ofensivo con una asistencia clave
El extremo de 18 años fue un surtidor constante de desborde y remate, aunque alternó aciertos y precipitación. Acabó firmando ocho disparos y una asistencia que cambió la inercia en el inicio de la segunda parte.
Su participación desde la derecha estiró a la defensa rival, liberó pasillos interiores y activó segundas jugadas. Incluso ya con el reloj apretando, generó ocasiones claras para los recién incorporados desde el banquillo. Con ritmo y valentía, volvió a confirmar que su impacto llega incluso cuando el gol se resiste.
Lectura táctica y pregunta inevitable para el proyecto de Flick
El equipo visitante respondió con presión tras pérdida agresiva y laterales muy altos, otra vez con dominio territorial. La desventaja inicial obligó a acelerar circulación y cargar el área con llegadores desde segunda línea. Tres puntos más para el Barça en un duelo reñido y con polémica arbitral.