El FC Barcelona de Hansi Flick arrancó LaLiga 2025-26 con pleno de victorias. Dos partidos, dos triunfos, seis puntos y remontada épica en Valencia contra el Levante tras ir perdiendo 2-0 al descanso. Sin embargo, para Emilio Pérez de Rozas la conclusión es que el equipo azulgrana “no tiene pinta de campeón”.
Una afirmación que resulta desproporcionada, injusta y, sobre todo, olvidadiza con lo que ocurrió la temporada pasada. Conviene recordar que este Barça es el mismo que hace apenas unos meses logró el triplete nacional: Liga, Copa del Rey y Supercopa de España.
Flick ha dado al club un aire ganador y una mentalidad competitiva que había desaparecido en los últimos años. ¿Y ahora, después de dos victorias seguidas, se cuestiona si el Barça transmite imagen de campeón?

Una remontada que habla de carácter y no de suerte
El análisis de Pérez de Rozas se centra en la supuesta “suerte” del Barça en Mallorca y frente al Levante. Según él, ganar con un autogol o con decisiones polémicas resta mérito a los triunfos. Pero lo que demuestra esa remontada es carácter, personalidad y una plantilla capaz de reaccionar cuando el escenario se complica. Ningún equipo levanta un 2-0 fuera de casa solo con fortuna.
En el Ciutat de València, Flick movió piezas, Pedri lideró el centro del campo y Ferran Torres volvió a marcar diferencias. Lamine Yamal, con apenas 18 años, forzó la acción decisiva que acabó en autogol. Reducir todo eso a “suerte” es menospreciar el esfuerzo colectivo y el crecimiento de jóvenes talentos que ya son decisivos en el presente.

El Madrid también gana con polémicas, pero nadie lo cuestiona
Resulta curioso que mientras al Barça se le exige gustar, golear y convencer desde la primera jornada, al Real Madrid se le perdonan actuaciones discretas y decisiones arbitrales favorables. En el estreno contra Osasuna, el conjunto blanco se llevó un penalti inventado y contra el Oviedo el VAR ignoró faltas claras en jugadas decisivas. Pese a ello, nadie en ciertos medios habla de “suerte” ni de falta de “pinta de campeón”.
El Madrid de Xabi Alonso transmite buenas sensaciones, con Mbappé marcando diferencias y un bloque sólido. Eso es indiscutible. Pero no olvidemos que esto acaba de empezar: seis puntos de seis para ambos equipos y todavía queda todo por decidir. Poner en duda al Barça después de un inicio perfecto es, cuanto menos, incoherente.
Flick ya demostró que sabe competir al máximo nivel
Flick llegó entre dudas, heredando un club en reconstrucción y con una plantilla aún en transición. En menos de un año conquistó los tres títulos nacionales y volvió a situar al Barça en la élite europea. Esa trayectoria debería dar crédito suficiente para confiar en que el equipo seguirá creciendo, incluso cuando los partidos sean sufridos.
Decir que el Barça “no tiene pinta de campeón” es olvidar que la pinta no se mide en agosto, sino en mayo. Lo importante es sumar puntos, mantener el ritmo y llegar a primavera en condiciones de pelear por los títulos. Flick ya sabe cómo hacerlo, lo demostró en Alemania y ahora lo confirma en Barcelona.
Una crítica que resta y no aporta nada constructivo
El periodismo deportivo debe analizar con rigor, señalar carencias y exigir más. Pero reducir un inicio perfecto a “suerte” es caer en un discurso simplista y destructivo. El Barça ha ganado dos partidos complicados, ha mostrado capacidad de reacción y ha mantenido su invicto. Eso es lo que importa en un campeonato tan largo.
La Liga no se gana en agosto, pero sí se puede perder si se tropieza en exceso. Flick lo sabe y por eso celebra cada victoria como un paso necesario. El Barça no solo tiene “pinta de campeón”: es el vigente campeón. Y quienes lo cuestionan tras seis puntos de seis parecen olvidar muy rápido la historia reciente.