Marc Cucurella ofreció una perspectiva que ha reavivado el culebrón alrededor del fichaje fallido de Nico Williams por el FC Barcelona. Su reflexión añade una nueva perspectiva, revelando las inseguridades que rodearon la operación.
Antecedentes del culebrón: el pulso entre Athletic y Barça
Durante el verano de 2024, Nico Williams rechazó una oferta real del Barça, para buscar una final europea en San Mamés. En junio de 2025, volvió a manifestar su intención de cambiar de aires. Su agente se reunió con ejecutivos blaugranas, y existió un acuerdo verbal con una oferta salarial de 7‑8 M €/año y contrato hasta 2031.
Sin embargo, el Athletic le adelantó al anunciar su renovación hasta 2035, una maniobra que frenó las expectativas del Camp Nou.

Problemas económicos del Barça y dudas en las inscripciones
La operación quedó condicionada por las tensiones del Fair Play financiero. LaLiga aún no permite al club azulgrana operar bajo la estricta regla del 1:1. Las dificultades para inscribir nuevos fichajes, evidenciadas recientemente al no poder registrar jugadores clave, generaron un escenario lleno de incertidumbre para Nico.
Cucurella rompe el silencio: "Creo que le entró el cagazo ..."
En una conversación con el periodista Gerard Romero, Cucurella defendió a Nico Williams y explicó: “Yo no creo que haya sido por dinero. Creo que le entró el cagazo de que no le inscribieran”. Añadió que él mismo se siente cauteloso: “A día de hoy no me fío de nadie”, resaltando la desconfianza hacia las garantías ofrecidas por la directiva blaugrana y otras entidades.
Una decisión con múltiples caras: prudencia, seguridad y lealtad
El análisis de Cucurella sugiere que la decisión de Nico fue más prudente que económica. La prioridad era evitar riesgos administrativos que pudieran comprometer su adaptación deportiva. Además, permanecer en Bilbao ofrece estabilidad personal y competitiva, al evitar un periodo de incertidumbre institucional.
Impacto táctico y en la Selección
Desde el punto de vista del juego, Nico y Cucurella han formado una alianza exitosa en la selección española. Sus perfiles de carrileros agresivos y verticales encajan en el esquema de Luis de la Fuente. Nico contribuye con velocidad, desborde y desequilibrio por banda izquierda, mientras que Cucurella aporta solidez defensiva y profundidad.

¿Cuál es el riesgo para el Barça?
El club se ha visto obligado a pivotar hacia otras opciones, como el fichaje de Marcus Rashford, quien aportará el desequilibrio que Nico ofrecía. La dificultad en la gestión salarial y la inestabilidad de las inscripciones podrían seguir generando trabas en futuras operaciones.
Los aficionados y medios especializados han recogido con atención las declaraciones. En X (ex‑Twitter), circulan memes y reacciones al comentario de “cagazo” de Cucurella. El término ha calado en el debate veraniego. El mensaje es claro: incluso los profesionales más comprometidos mantienen cautela ante la actual situación económica del Barça.
La lección que deja este episodio
Este culebrón muestra que ya no basta con motivación deportiva o vínculo afectivo: los jugadores buscan certidumbre contractual y operativa. La capacidad de un club para cumplir compromisos administrativos gana peso tanto como su proyecto deportivo. Para Cucurella no es una maniobra económica ni un desprecio al Barça. Es una respuesta lógica a la complejidad actual del mercado.