El FC Barcelona continúa trabajando en un mercado de fichajes donde cada movimiento está condicionado por la delicada situación económica del club. La dirección deportiva, liderada por Deco, estudia fórmulas para equilibrar el balance entre ingresos y refuerzos. Joan Laporta busca nuevas soluciones financieras para inscribir a todos los jugadores que ya forman parte de la plantilla.
La defensa, un área siempre bajo revisión
Tras la salida de Iñigo Martínez, la zaga azulgrana quedó con menos efectivos de lo previsto. A pesar de ello, la dirección deportiva apostó por no acudir al mercado salvo que se presentara una oportunidad muy específica. Esa hoja de ruta parecía cerrada hasta que, en los últimos días, se produjo un movimiento inesperado.
Uno de los nombres más destacados del fútbol europeo fue puesto sobre la mesa del Barça. Su representante, que mantiene una relación fluida con Laporta y que también lleva los intereses de figuras como Robert Lewandowski y Hansi Flick, trasladó el deseo de su cliente de abandonar su actual club. Un gesto que encendió las alarmas, aunque en la Ciudad Condal mantienen los pies en el suelo.

Pavard, el nombre que aparece en la agenda
Ese jugador no es otro que Benjamin Pavard, defensor francés campeón del mundo en 2018 y actualmente en las filas del Inter de Milán. El lateral y central galo ha decidido poner fin a su etapa en la Serie A. El Inter, subcampeón de Europa, busca aligerar masa salarial y no pondrá demasiados impedimentos a su salida, siempre que recupere parte de la inversión de 30 millones que hizo en su día por él.
La propuesta de su agente sorprendió en Barcelona, aunque rápidamente se enfrió por una razón evidente. El Barça no está en disposición de afrontar un fichaje de estas dimensiones. El salario elevado del jugador, unido al coste de traspaso, lo convierten en una operación inviable en este momento.

Desde el punto de vista deportivo, Pavard encajaría en varios roles. Puede jugar como lateral derecho defensivo o como central en línea de cuatro, cualidades que Flick conoce bien de su etapa en el Bayern de Múnich. Esa versatilidad podría haber convencido a la secretaría técnica en otro contexto económico.
La estrategia de mercado culé
El Barcelona ya ha experimentado cómo los grandes objetivos del mercado, como el caso de Nico Williams, se escapaban por razones económicas. Tras concretar la cesión de Rashford, la idea es cerrar el capítulo de incorporaciones. Solo una oportunidad excepcional, en condiciones muy favorables, podría cambiar esa hoja de ruta.
Por eso, el ofrecimiento de Pavard parece quedarse en una simple anécdota de mercado. Pavard pudo haber sido un refuerzo de lujo para el Barça, pero la realidad financiera lo convierte en un imposible. Los culés saben que, en este verano, la mejor contratación será recuperar la estabilidad económica.