El incendio forestal de Paüls, que mantiene en vilo a toda la comarca del Baix Ebre y las Terres de l’Ebre, sigue avanzando de forma imparable y obligando a las autoridades a tomar medidas cada vez más contundentes. El Servei Català de Trànsit ha comunicado este martes un amplio dispositivo de cortes viarios en un intento de garantizar la seguridad de la población y facilitar la movilidad de los equipos de emergencias, en una situación que se agrava por momentos.
Desde primera hora, la movilidad entre municipios del sur de Catalunya se ha visto completamente alterada. Las principales vías que conectan Tortosa con Benifallet (C-12), Paüls con Xerta (TV-3541), Alfara de Carles con Aldover (TV-3422), así como la N-230b hacia Xerta y la T-301 entre Benifallet y Tivenys, permanecen cerradas al tráfico. Estos cortes afectan a la comunicación habitual de los vecinos y a los desplazamientos diarios, dejando amplias zonas prácticamente incomunicadas y aisladas. El objetivo es evitar cualquier riesgo para la población y permitir que los equipos de extinción y los servicios de seguridad puedan actuar con la máxima rapidez y eficacia, sin obstáculos en la red viaria.
El fuego sigue evolucionando
Mientras tanto, la situación del incendio no mejora. Según los datos facilitados al mediodía por los Agents Rurals, el fuego ha arrasado ya cerca de 2.900 hectáreas, en su mayoría terreno forestal, lo que convierte este episodio en uno de los más graves de los últimos veranos en Catalunya. Las imágenes aéreas que se han hecho públicas muestran una columna de humo impresionante, visible desde decenas de kilómetros, y reflejan la enorme extensión de la superficie afectada.

La coordinación entre emergencias y Trànsit resulta clave para mantener el orden y evitar cualquier accidente o complicación adicional. Las autoridades insisten en la importancia de no desplazarse por las zonas afectadas bajo ningún concepto, evitando poner en peligro tanto a la ciudadanía como a los equipos de intervención. La recomendación generalizada es limitar la movilidad al máximo y mantenerse informado solo a través de los canales oficiales de seguridad y emergencia.
El corte de carreteras impacta de lleno en la vida diaria de miles de personas, que permanecen pendientes de la evolución del incendio y de las instrucciones de los servicios de emergencia. Con la situación aún lejos de estar controlada, la región afronta horas decisivas en las que la prudencia, la colaboración ciudadana y la capacidad de respuesta de los cuerpos de seguridad serán determinantes para intentar frenar el avance de las llamas y proteger a la población y su entorno.