El avance devastador del incendio de Paüls sigue acaparando la atención de toda Catalunya. Las imágenes nocturnas de las llamas arrasando laderas y cruzando el Ebre han sido uno de los temas más comentados en redes sociales, pero también han abierto un debate fundamental: ¿por qué el fuego ha avanzado de manera tan descontrolada, incluso saltando el mayor río de la zona? La explicación más técnica y contundente la ha dado este martes el meteorólogo Francesc Mauri, referencia indiscutible en la divulgación de fenómenos extremos en el país.
Un cortafuegos inútil y un viento imparable
Mauri, a través de su cuenta de X, ha resumido en una frase lo que muchos técnicos y Bomberos comentaban ya sobre el terreno: “Los 100/150 metros del río Ebre no han servido como cortafuegos. El Mestral ha sido el gran enemigo”. Su análisis es claro y directo, poniendo el foco en el papel determinante de este viento seco y fuerte que ha soplado con rachas de hasta 90 km/hora durante la noche. Una vez más, la meteorología ha jugado en contra y ha condicionado totalmente la evolución de un incendio que, en apenas 24 horas, ha devastado más de 2.300 hectáreas, muchas de ellas dentro del Parc Natural dels Ports.
La noche ha sido desoladora, especialmente en Tivenys y en la otra banda del Ebre, donde muchos vecinos han visto cómo las llamas cruzaban sin freno, ajenas a cualquier barrera natural o artificial. Las imágenes, compartidas por vecinos y equipos de emergencias, muestran un horizonte completamente rojo y columnas de humo que se han podido divisar desde decenas de kilómetros a la redonda.

La esperanza en el cambio de viento: de Mestral a marinada
El pronóstico meteorológico de Francesc Mauri, sin embargo, deja una pequeña ventana a la esperanza. Según el experto, está previsto que durante la tarde el Mestral dé paso a la marinada, el viento húmedo típico de la zona que podría aportar una mayor estabilidad y facilitar el control del incendio por parte de los equipos de extinción. El propio Mauri lo expresa con claridad: “Tanto de bueno servirá para la estabilización como para el posterior control”.
A la espera de este cambio, los Bomberos de la Generalitat, la Unidad Militar de Emergencias y todos los dispositivos de seguridad siguen trabajando sin descanso. La situación sigue siendo crítica y los confinamientos se mantienen en la mayoría de municipios afectados, con miles de personas pendientes de la evolución del humo y el fuego.
Un incendio imparable y un verano para la historia
El caso del incendio de Paüls es, ya a día de hoy, uno de los episodios más brutales de los últimos años en Catalunya. Ni la amplitud del río Ebre ni los dispositivos preventivos han podido contener el avance del fuego en un escenario donde el viento ha sido el auténtico protagonista y el gran enemigo de la extinción. La combinación de sequía extrema, temperaturas elevadas y la imprevisibilidad del Mestral han sido una tormenta perfecta para que el desastre se multiplicara.
A medida que avanza el verano, la emergencia en el Baix Ebre se convierte en un aviso claro de la necesidad de reforzar la prevención, la gestión forestal y la comunicación meteorológica. La explicación de Francesc Mauri, sencilla pero rotunda, ayuda a entender la dimensión real de un incendio que quedará grabado en la memoria colectiva de toda la zona y que obliga a repensar cómo se lucha contra el fuego en condiciones tan extremas.