La rutina matutina de muchos viajeros se vio abruptamente interrumpida por un suceso inesperado. Momentos de gran tensión se vivieron dentro de un convoy que realizaba su trayecto habitual. El pánico se desató al divisar llamas en la parte superior de uno de los vagones del tren.
Cerca de cien pasajeros fueron evacuados de emergencia para garantizar su total seguridad en la zona. El incidente generó una notable alarma entre todos los presentes en las instalaciones ferroviarias. La situación obligó a activar de inmediato los protocolos de emergencia establecidos para estos casos.
El tren se encontraba detenido cuando el personal y los viajeros se percataron del peligro inminente. La rápida evacuación del convoy fue fundamental para evitar que se produjeran daños personales. Los pasajeros abandonaron los vagones con calma pero con la lógica preocupación del momento.

Las imágenes del humo y las llamas en la estructura exterior del tren circularon rápidamente. El servicio ferroviario quedó suspendido temporalmente como medida preventiva.
Un desalojo rápido en la estación de Calafell
El incidente tuvo lugar en la concurrida estación de tren de la localidad de Calafell. El fuego se originó en un componente eléctrico exterior del tren conocido como pantógrafo. Este dispositivo es crucial para el funcionamiento de los convoyes eléctricos modernos. Se encarga de recoger la energía necesaria desde la catenaria superior para alimentar los motores. Afortunadamente, las llamas no llegaron a extenderse hacia el interior de los vagones.
La prioridad absoluta de los equipos de emergencia fue poner a salvo a todas las personas. El personal de la estación y las fuerzas de seguridad coordinaron el desalojo con gran eficacia. Ninguna persona resultó herida ni necesitó asistencia médica por inhalación de humo. La ausencia de víctimas fue la noticia más positiva de una jornada muy complicada.
La respuesta coordinada de los equipos de emergencia
Un amplio dispositivo de seguridad y emergencias se desplegó en la estación en pocos minutos. Tres dotaciones de los Bombers de la Generalitat acudieron rápidamente al lugar de los hechos. Su intervención fue clave para controlar y extinguir el fuego con gran celeridad.
También se desplazaron hasta el punto agentes de la Policía Local y de los Mossos d'Esquadra. Ellos aseguraron el perímetro de la estación para facilitar las labores de extinción del incendio.
El Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) movilizó una unidad con carácter preventivo. Afortunadamente, su intervención no fue necesaria al no registrarse heridos de ninguna consideración.
Protecció Civil de la Generalitat activó la prealerta del Plan Ferrocat por la incidencia. Este plan se desactivó una vez que la situación estuvo completamente controlada por los bomberos. Los especialistas utilizaron una cámara térmica para revisar el convoy y descartar puntos calientes ocultos.

El impacto en la red de Rodalies y la vuelta a la normalidad
La circulación ferroviaria quedó totalmente interrumpida entre dos puntos clave de la línea. El tramo afectado comprendía las estaciones de Sant Vicenç de Calders y Vilanova i la Geltrú. Esto generó importantes afectaciones en la concurrida línea R2 Sud de Rodalies.
También los trenes Regionales del corredor sur sufrieron las consecuencias directas del incidente. Miles de usuarios vieron alterados sus planes de desplazamiento durante varias horas.
El servicio comenzó a restablecerse de forma progresiva sobre las doce y cuarto del mediodía. Los primeros trenes empezaron a circular con retrasos superiores a los treinta minutos. La normalidad total tardó un tiempo en recuperarse por completo en la red ferroviaria.
Todo apunta a que el convoy deberá ser remolcado a un taller para su reparación. Este incidente subraya la vulnerabilidad de las infraestructuras ante fallos técnicos inesperados. La coordinación entre los diferentes cuerpos de emergencia fue ejemplar y evitó males mayores