La mañana de este jueves ha vuelto a poner a prueba la paciencia de miles de conductores en una de las principales vías del país. La circulación se ha visto gravemente condicionada durante horas, generando una situación de auténtico caos que ha ido empeorando a medida que avanzaba el mediodía.
Los conductores se han visto obligados a tomar rutas alternativas por las inmensas retenciones.
Un accidente múltiple paraliza la AP-7
Los hechos se han desencadenado poco antes de las 12:30 del mediodía, cuando los canales oficiales informaban de un accidente de tráfico que obligaba a cortar dos carriles en sentido Tarragona. En apenas minutos, la retención crecía hasta los 5 kilómetros desde el municipio de Subirats. En las fotos compartidas por Trànsit, se pueden apreciar largas filas de camiones y turismos quedaban completamente parados bajo un sol de justicia.

La situación no tardó en agravarse. Según el Servei Català de Trànsit, poco después del primer aviso la circulación quedó totalmente cortada en el mismo tramo de la AP-7 debido a la gravedad del accidente, que involucró a varios vehículos. La consecuencia inmediata fue un incremento exponencial de la retención, que llegó a duplicarse en apenas un cuarto de hora.
El colapso se multiplica: retenciones de hasta 10 kilómetros
A las 12:45, tan solo 17 minutos después del primer aviso oficial, la cola de vehículos alcanzaba ya los 10 kilómetros de longitud, siempre desde Subirats y en dirección sur. Imágenes de las cámaras de tráfico mostraban cómo los conductores se veían atrapados en el asfalto, sin apenas posibilidad de avanzar.
Mientras tanto, los servicios de emergencia y equipos de mantenimiento trabajaban para resolver la situación lo más rápido posible. El accidente, catalogado como múltiple por las autoridades, mantenía cortada por completo la circulación hacia Tarragona, agravando aún más el panorama en una vía ya de por sí conflictiva.
No es la primera vez que la AP-7, una de las arterias principales del corredor mediterráneo, se convierte en sinónimo de colapso en días laborables y festivos. El elevado tráfico de camiones, especialmente entre Barcelona y Tarragona, hace que cualquier incidente, por pequeño que sea, se traduzca rápidamente en retenciones kilométricas y grandes molestias para los usuarios.
Mejoras parciales, pero la retención sigue creciendo
A las 12:57, poco antes de la una del mediodía, el Servei Català de Trànsit confirmaba que se había logrado reabrir dos de los tres carriles al tráfico. Sin embargo, la mejora en la circulación no fue suficiente para aliviar la retención, que alcanzaba ya los 11 kilómetros. La reapertura parcial, aunque positiva, no pudo evitar que el atasco siguiera aumentando mientras los servicios continuaban trabajando en la zona para restablecer la normalidad.
Cada minuto de atasco en la AP-7 impacta tanto a empresas como a particulares. Es necesario encontrar soluciones a medio y largo plazo para minimizar los efectos de este tipo de incidencias.
Una vía cada vez más saturada y frágil
El accidente de hoy en la AP-7 pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre la capacidad real de la infraestructura para absorber el elevado volumen de tráfico que soporta. Especialmente en periodos vacacionales y fines de semana. Las retenciones recurrentes y los colapsos tras accidentes no son hechos aislados, sino la consecuencia de una saturación estructural a la que todavía no se ha dado respuesta efectiva.
La respuesta de los servicios de emergencia ha sido rápida, pero las limitaciones propias de la vía y la magnitud del accidente han impedido evitar el impacto sobre la circulación.