Agente de los Mossos d'Esquadra de espaldas frente a un edificio moderno en un día nublado

Un ladrón da una paliza a dos menores dónde los wokes hablan de fake news

La hipocresía de los wokes es capaz de llegar a estos límites.

La madrugada del pasado viernes, 18 de julio, dos chicas de 17 años fueron brutalmente golpeadas por un ladrón en la localidad de Salt (Girona). El motivo: intentaron impedir que les robara su patinete eléctrico.

Los hechos, confirmados por los Mossos y documentados por medios como El Caso y Diari de Girona, revelan la crudeza de una agresión que ha sido minimizada e incluso negada por sectores autodenominados progresistas, más preocupados por el “contexto social del delincuente” que por la integridad de las víctimas.

La agresión

Todo ocurrió alrededor de las cuatro menos cuarto de la madrugada, cuando las dos menores circulaban por el carril bici de la calle Pep Ventura. De repente,  un individuo les hizo caer al suelo deliberadamente y, sin mediar palabra, intentó robarles el patinete, valorado en unos 400 euros.

Un agente de policía de espaldas junto a un coche patrulla de los Mossos d'Esquadra.
Un Mosso d'Esquadra vigilante enfrente de su coche patrulla. | Mossos d'Esquadra, XCatalunya

Las jóvenes, valientes, trataron de evitarlo. Y fue entonces cuando comenzó la paliza. Puñetazos, patadas, golpes secos. Una de las chicas tuvo que ser atendida por el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) y trasladada al Hospital Santa Caterina. Por suerte, las lesiones no fueron graves, pero el trauma psicológico es incalculable.

El agresor logró huir con el vehículo y, por el momento, no ha sido detenido. Los Mossos han abierto una investigación, revisando cámaras de seguridad y tomando declaración a las víctimas. La búsqueda continúa, mientras las adolescentes intentan superar no solo el ataque, sino también una sociedad que las ha puesto en duda.

Un agente de los Mossos d'Esquadra de espaldas en primer plano en la estación de tren de Girona mientras varias personas esperan en el andén y un tren se aproxima
Atropello cerca de la estación de Rodalies de Girona. | @mossoscat, XCatalunya

¿Y las chicas?

En medio del ruido ideológico y las teorías absurdas, dos adolescentes han sido golpeadas en plena calle y han perdido su medio de transporte, sin que nadie se indigne por ellas. Ni pancartas, ni minutos de silencio, ni comunicados de condena. Ningún político ha visitado el barrio. 

Este doble rasero mediático y político es una constante. Cuando la víctima no encaja en el relato, el caso se archiva en tiempo récord en la conversación pública. Si las agredidas hubieran sido de otro colectivo, ya se habrían organizado movilizaciones. Pero al tratarse de dos chicas que solo querían mantener su patinete, no hay espacio para su dolor.

Inseguridad creciente y justicia selectiva

Salt, como otros municipios del área metropolitana de Girona y Barcelona, arrastra un grave problema de inseguridad ciudadana que muchos prefieren maquillar. Las autoridades aseguran que se trata de “casos puntuales”, mientras vecinos, comerciantes y padres temen cada día que sus hijos salgan de casa.

La agresión a estas dos menores no es una excepción: es la enésima consecuencia de una política de brazos cruzados, buenismo extremo y protección sistemática al delincuente. El wokismo, lejos de defender la justicia social, ha construido una farsa ideológica que justifica la violencia si el agresor cumple ciertos requisitos identitarios.

Y eso es peligrosísimo. Mientras tanto, las chicas de Salt siguen esperando que alguien les diga lo obvio: que ellas son las víctimas y que el ladrón que las golpeó merece todo el peso de la ley. Ni más, ni menos.