La tarde de este martes ha quedado teñida de luto tras un violento suceso que ha segado una vida en la carretera. Un impacto de consecuencias fatales entre dos vehículos de dimensiones muy dispares, un turismo y un camión de gran tonelaje, ha provocado un escenario desolador y ha activado un importante dispositivo de emergencias. El fatal desenlace subraya una vez más la fragilidad de la vida frente a la contundencia del asfalto y el metal.
El reloj marcaba las 16:35 horas cuando la normalidad de una tarde de verano se rompió en mil pedazos. El estruendo de una colisión frontal alertó a quienes se encontraban en las proximidades, anticipando una tragedia que, lamentablemente, se confirmaría minutos después con la llegada de los primeros servicios de emergencia.
El escenario de la tragedia: la AS-19 en Carreño
El siniestro ha tenido lugar en un punto clave de la red viaria del Principado de Asturias. Concretamente, en el kilómetro 1 de la carretera AS-19, a su paso por la localidad de Prendes, en el concejo de Carreño. Esta vía, que conecta importantes núcleos de población y polígonos industriales, es conocida por su elevado volumen de tráfico, donde a diario conviven vehículos ligeros con transporte pesado.

Según las primeras informaciones oficiales, el accidente se produjo por un choque frontal entre un turismo, modelo Seat Ibiza, y un camión con semirremolque. El impacto, de una violencia extrema debido a la diferencia de masa entre ambos vehículos, resultó fatal para el conductor del coche, un hombre cuya identidad todavía no ha sido revelada a la espera de la comunicación a sus familiares.
El turismo quedó destrozado, convirtiéndose en un amasijo de hierros del que los equipos de rescate nada pudieron hacer por salvar la vida de su ocupante.
Un gran despliegue de emergencias en el lugar del siniestro
La magnitud del accidente obligó a movilizar de inmediato a un considerable número de efectivos. Dos patrullas del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Gijón se desplazaron rápidamente al lugar para llevar a cabo una doble labor crucial: asegurar el perímetro del siniestro para evitar nuevos accidentes y regular la circulación, que se vio gravemente afectada con importantes retenciones. Su presencia fue fundamental para garantizar la seguridad mientras se desarrollaban las labores de investigación y auxilio.

Junto a ellos, también acudió la Unidad de Investigación de Siniestros de la Guardia Civil, con base en Oviedo. Este equipo de especialistas es el encargado de realizar la minuciosa labor de campo que permitirá esclarecer las causas exactas del accidente.
Su trabajo consiste en analizar la escena, medir las huellas de frenada, estudiar la deformación de los vehículos y recoger cualquier vestigio que ayude a reconstruir los segundos previos a la colisión. Por el momento, las autoridades han señalado que no han trascendido más datos sobre las circunstancias que rodean el suceso.