Lo que comenzó como un control rutinario de tráfico en Celrà (Girona) terminó convirtiéndose en una peligrosa persecución que puso en riesgo la seguridad de vecinos y agentes. Los Mossos d’Esquadra han informado de que un conductor, al percatarse de la presencia policial, realizó una maniobra evasiva y huyó a toda velocidad.
Intento de fuga tras detectar el control
Los hechos ocurrieron cuando los agentes de tráfico de los Mossos instalaron un control policial ordinario en una de las principales vías de Celrà. Según el relato oficial, un vehículo que se aproximaba al control realizó un giro brusco en sentido contrario al percatarse de la presencia policial.
El conductor no dudó en acelerar temerariamente para escapar de los agentes, adentrándose en varias calles del municipio sin importar la velocidad o las señales de tráfico. Los testigos describieron una escena de caos momentáneo: el vehículo circulaba a gran velocidad por zonas urbanas, poniendo en peligro a peatones y otros conductores.

Finalmente, su temeridad tuvo consecuencias. Incapaz de controlar el vehículo debido a la velocidad y probablemente a su estado de embriaguez, el conductor perdió el control y colisionó contra un objeto fijo. Aunque el impacto fue aparatoso, no hubo que lamentar heridos graves.
El resultado de la alcoholemia
El resultado del test dejó clara la causa del comportamiento del conductor: dio una tasa de 0,77 mg/l de alcohol en aire espirado, una cifra que casi triplica el límite legal permitido (0,25 mg/l para conductores en general y 0,15 mg/l para noveles o profesionales).

El hombre fue arrestado en el acto y trasladado a dependencias policiales. Además de enfrentarse a cargos por conducción temeraria y alcoholemia positiva, también se le imputa un delito de atentado contra los agentes de la autoridad por su actitud durante la detención..
"La combinación de velocidad, desobediencia a la autoridad y conducción bajo los efectos del alcohol es una receta para el desastre", señalaron en un comunicado. "La intervención rápida de los agentes y la fortuna de que no hubiera heridos graves evitaron una posible tragedia."
La importancia de los controles
El incidente de Celrà subraya la importancia de los controles policiales para prevenir situaciones de riesgo en las carreteras y zonas urbanas. Lejos de ser una molestia, estos dispositivos son fundamentales para detectar conductores bajo los efectos del alcohol u otras sustancias antes de que puedan provocar accidentes fatales.
Vecinos de la localidad también expresaron su apoyo a la actuación policial. "Es mejor que lo hayan parado a tiempo. Podría haber atropellado a alguien", comentaba una residente.
Lo más importante: una tasa de alcohol alarmante
El conductor detenido dio una tasa de alcoholemia de 0,77 mg/l, casi el triple del límite legal, lo que explica la peligrosa huida y el accidente posterior. Ahora deberá responder ante la justicia por varios delitos que podrían acarrearle penas de cárcel y la retirada del permiso de conducir durante varios años.