Jesús y Mary en First Dates

Un soltero de First Dates se flipa en la primera cita: '¿Cuándo...?'

El hombre quedó totalmente encandilado con su acompañante

First Dates sigue siendo una de las fuentes más inagotables de momentos divertidos, sorprendentes y, a veces, incómodos en la televisión. Este programa de citas no deja de ofrecer situaciones que los espectadores comentan en redes sociales, y el último episodio no ha sido la excepción.

En esta ocasión, los protagonistas de la cita fueron Jesús, un hombre de 60 años nacido en Cádiz pero que vivió 50 años en Alemania, y Mary, una malagueña de 56 años dedicada al mundo de las relaciones públicas. Jesús llegó al restaurante con muchas expectativas, declarando que buscaba "a su chica perfecta" y señalando que, a su edad, "es complicado encontrar el amor". Durante su charla con Carlos Sobera, reveló su pasión por los coches, comentando que poseía un Porsche y un Audi R8.

Mary, por su parte, destacó su confianza al tratar con clientes y la importancia de los idiomas en su profesión. "Hablar idiomas te hace crecer y me siento muy segura en el contacto con la gente", afirmó. Al llegar al restaurante, Jesús confesó al equipo del programa que nunca había tenido una relación con una española, añadiendo un punto de curiosidad a la cita. Desde el primer momento, la conversación entre ambos fluyó con naturalidad. Compartieron anécdotas de sus vidas y coincidieron en su amor por Andalucía y su calidad de vida. "La calidad de vida en Andalucía es única", señaló Mary, a lo que Jesús asintió con entusiasmo.

Jesús en First Dates
Jesús en First Dates | Cuatro

Duro golpe para Jesús

Sin embargo, la cita dio un giro inesperado cuando Mary comentó que una de sus mayores ilusiones sería volver a casarse. Jesús, aprovechando el momento, lanzó una pregunta que dejó a su cita estupefacta:  "¿Cuándo nos casamos?". Aunque la pregunta estaba cargada de humor, Mary no pudo evitar quedarse en silencio unos segundos antes de responder: "Vamos a conocernos primero que te puedes llevar un palo".

Jesús, consciente de la sorpresa que había generado, intentó suavizar el ambiente aclarando que era una broma. "Perdón, pero eres preciosa", comentó, lo que provocó que Mary sonriera y respondiera entre risas: "No me lo digas que me voy a poner roja". A pesar de la complicidad que mostraron en varios momentos, la diferencia de expectativas quedó clara al final de la cita.

Cuando llegó la hora de decidir si querían seguir conociéndose, Jesús expresó su interés en continuar explorando la relación, destacando lo a gusto que se había sentido. Sin embargo, Mary tomó una decisión diferente. "Ha sido una cita agradable, pero me ha faltado ese calor, ese cariño que busco en una pareja. Como amigos, sí, pero como pareja, no", sentenció Mary antes de abandonar el restaurante.