Hacer un buen caldo es uno de esos secretos de cocina que se pasan de generación en generación, pero siempre hay nuevos trucos que pueden hacer la diferencia. La cocinera María Nicolau, conocida por su enfoque práctico y sus explicaciones claras, ha compartido un consejo sobre cómo manejar la sal en el caldo. En un vídeo publicado en redes sociales por el programa Tot es mou ("Todo se mueve"), la chef explica los pasos para preparar un caldo perfecto, poniendo especial atención la sal.
Un caldo bien hecho, clave de la cocina casera
María Nicolau destaca que un buen caldo se hace cuando tienes tiempo y ganas, sin complicaciones y aprovechando los ingredientes que tengas a mano. Desde huesos y carne hasta las partes menos vistosas de las verduras, todo puede aportar sabor y nutrientes a la receta. Incluso recomienda reutilizar el agua de cocción de otros alimentos, como brócoli, judía tierna o patatas, para empezar con una base más rica.
Sin embargo, no basta con añadir ingredientes al agua y dejar que hierva. La cocinera insiste en que el tiempo de cocción es fundamental: los caldos con carne necesitan al menos una hora y media para extraer todos los nutrientes de los huesos. Por el contrario, los caldos de pescado y verduras pueden estar listos en menos tiempo.
El truco de la sal: siempre al final
El momento de añadir la sal, según María Nicolau, es una de las claves para lograr un caldo equilibrado. Su consejo es claro: la sal debe incorporarse siempre al final de la cocción. ¿Por qué? Si se añade al principio, el proceso de evaporación del agua puede concentrar demasiado el sabor salado, dejando el caldo más intenso de lo deseado. Al esperar hasta el final, se puede ajustar con precisión, garantizando un equilibrio perfecto entre los sabores de los ingredientes y el nivel de sal.
Este truco no solo mejora el resultado final, sino que también da más control a quien cocina. Al tener el caldo prácticamente listo, es más fácil determinar cuánto sazonar sin correr riesgos.
Un enfoque práctico y adaptable
María Nicolau no solo comparte este consejo sobre la sal, sino que también anima a la creatividad en la cocina. Para ella, no existen reglas estrictas: el caldo puede ser tan simple o complejo como uno quiera. Lo importante es aprovechar lo que se tiene y respetar los tiempos necesarios para cada tipo de caldo.
Con su enfoque claro y cercano, la chef demuestra que hasta los detalles más pequeños, como el momento de añadir la sal, pueden marcar la diferencia en una receta casera. Su truco es una prueba de que cocinar no es solo seguir pasos, sino entender los procesos y adaptarlos a cada situación.