El economista Santiago Niño Becerra ha lanzado un mensaje preocupante sobre la vivienda. Según él, los jóvenes necesitan destinar más del 90% de sus ingresos al alquiler. Una cifra insostenible que refleja la gravedad del mercado inmobiliario actual en España.
La herencia de la vivienda de protección oficial
Niño Becerra recordó que entre 1955 y 1980 se construyó mucha vivienda protegida. Sin embargo, la mayoría estaba destinada a la venta y no al alquiler. Además, los períodos de protección eran “brevísimos”, de solo diez o quince años.
Esto provocó que esas viviendas quedaran pronto en el mercado libre. El economista sostiene que, de haberse orientado al alquiler protegido, la situación sería distinta.Propone que las viviendas públicas tuvieran periodos de protección de 99 años.

Una oportunidad perdida durante décadas
“Si se hubiera seguido construyendo vivienda pública en régimen de alquiler, el problemón actual no existiría”, afirmó. Su diagnóstico apunta directamente a la falta de visión de los gobiernos. La vivienda pública quedó relegada a un papel testimonial.
Mientras tanto, el mercado privado se consolidó como el único motor del sector. Eso ha derivado en un escenario donde los precios se disparan sin control. Los jóvenes son los más perjudicados, atrapados entre alquileres imposibles e hipotecas inalcanzables.

La economía española, marcada por incertidumbre
Niño Becerra no solo habló de vivienda, también de la situación económica. Recordó que la inflación y la subida de alimentos erosionan la capacidad adquisitiva. Las hipotecas encarecidas y los conflictos sociales agravan la sensación de inestabilidad.
En este contexto, acceder a un piso se convierte en una misión imposible. Las familias deben priorizar gastos básicos, dejando poco margen para ahorrar. Y quienes logran alquilar, destinan casi todo su sueldo a pagar la vivienda.
El sector inmobiliario español vive una burbuja de precios que parece no frenar. Los alquileres en ciudades como Barcelona o Madrid alcanzan máximos históricos. Incluso en ciudades medianas, encontrar piso se ha vuelto una odisea. Los expertos coinciden en que la falta de oferta pública es clave.
Una generación sin acceso a la propiedad
Entre sueldos precarios e inestabilidad laboral, la compra se convierte en una quimera. Ante esto, la opción más habitual es el alquiler. Pero como señala Niño Becerra, este camino también resulta insostenible. “La realidad es dura”, repite en sus intervenciones, subrayando la magnitud de la crisis.
Para el economista, la solución requiere valentía y medidas estructurales. Recuperar la construcción de vivienda pública en alquiler es imprescindible. Y además, blindar esa oferta con periodos de protección largos, de casi un siglo. Solo así se podrá garantizar que la vivienda cumpla su función social.
Un aviso que no debería ignorarse
Las palabras de Santiago Niño Becerra han generado debate en redes sociales. Muchos coinciden en que sus advertencias son realistas y necesarias. Otros lo acusan de catastrofista, aunque los datos parecen darle la razón. Lo cierto es que su diagnóstico conecta con lo que vive la calle.