La economía española mostró en el segundo trimestre un crecimiento del 0,7 % intertrimestral y del 2,8 % interanual. Su senda de expansión ya suma seis trimestres sin interrupción, cimentada en el aumento del consumo interno y la inversión empresarial. El empleo ha seguido creciendo y la inflación general se situó en el 2,7 % interanual en julio, con un leve repunte respecto al mes anterior.
Según el Observatorio de la Digitalización Financiera, el 71,45 % de la población española ya utiliza activamente canales online o apps para operar con su banco. Banco Santander explicitó en junio que contaba con más de 61 millones de clientes digitales, una cifra que supera en un 7 % a la del año anterior. Esta cifra corona a Santander como el mayor canal digital en España —aunque la competencia de CaixaBank, BBVA y Unicaja también acelera sus avances en este terreno.
Ciclo de tipos y demanda de crédito al consumo
El euríbor a un año tocó el 2,079 % en julio, una meseta que refleja la cautela del Banco Central Europeo respecto a nuevas subidas de tipos. Aun así, las condiciones del crédito al consumo comienzan a endurecerse, según la encuesta del BCE.

Se espera que, en el tercer trimestre, los criterios de concesión en esta modalidad se vuelvan más estrictos en torno al 4 % neto. Ello contrasta con la relajación proyectada para préstamos hipotecarios o de empresa. En este contexto, los bancos ven esencial mantener la fidelización de clientes rentables.
Santander lanza su campaña de verano —revelación clave
En ese escenario competitivo y regulatorio irrumpió Santander con una iniciativa específica. Del 2 al 8 de julio, la entidad lanzó una campaña exclusiva para clientes que ya tienen un préstamo activo contratado por vía digital. La oferta permitía a estos clientes aplicar una rebaja personalizada en su tipo de interés actual. Hasta un 1 % —según perfil, entre 0,50 %, 0,75 % o 1 % de disminución del coste financiero— al contratar la nueva financiación mediante la app o la banca online. Se apuntó que la campaña alcanzaba a más de 3,2 millones de personas.
No se trató de una rebaja uniforme, sino de una personalización basada en el riesgo crediticio del cliente. Santander subrayó que, como producto preconcedido, no se requería solicitud adicional. El usuario podía decidir si activarlo, cuándo y cómo. De este modo, la entidad reforzó su enfoque de financiación digital directa, diseñada para premiar la fidelidad.

¿Cómo encaja esta campaña en la estrategia financiera de Santander?
La ofensiva encaja con su objetivo de crecer en banca digital y trasladar más operaciones al canal online. El crédito personal al consumo se ha convertido en una palanca clave, precisamente donde compite con BBVA, que también ofrece préstamos rápidos online a no clientes con TAE desde el 5,326 % (oferta vigente hasta septiembre).
Además, Santander cerró el primer semestre de 2025 con un beneficio atribuido récord de 6 833 millones de euros (+13 %), gracias al buen comportamiento del margen de intereses y de las comisiones digitales. Esta campaña de rebajas es coherente con su política de mantener activos de crédito rentables y clientes de bajo riesgo.
¿Qué implica para el cliente y el mercado del crédito?
Para los consumidores digitales con un préstamo en curso, la posibilidad de reducir su costo financiero sin cambiar de entidad es una ventaja tangible. En un entorno de inflación controlada, pero coyuntura compleja en los mercados exteriores, evitar costes extras puede significar ahorro mensual real. Además, refuerza el hábito de uso de canales online.
A nivel sectorial, esta clase de campañas incidió también en lo observado: la recuperación del crédito al consumo, con una mayor digitalización y procesos más ágiles. No obstante, si se materializa la previsión de endurecimiento en dichos préstamos, el incentivo a fidelizar a clientes solventes se tornará una prioridad para los grandes bancos.