Un hombre sonriente con un pañuelo en el cuello y un emoji sorprendido al lado.

La increíble cantidad de dinero que Elon Musk pagó por el dominio X.com

Elon Musk compraba en 2017 x.com, mucho antes de hacerse con Twitter

Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, es también el actual dueño de la red social que antes conocíamos como Twitter. Desde 2023, la plataforma adoptó un nuevo nombre: X.com. La elección no fue casual. Se trata de un dominio que Musk recuperó en 2017 y que desde entonces se convirtió en parte esencial de su universo empresarial.

Un regreso a los orígenes

Musk había registrado X.com en 1999 para una startup financiera. Poco después, la empresa se fusionó con Confinity y nació PayPal. El dominio quedó en manos de esa compañía. Durante años permaneció sin uso relevante, hasta que el 5 de julio de 2017 Musk lo recompró.

Un hombre con traje formal y expresión seria en un evento.
Elon Musk, regreso a los orígenes | Flickr

El precio pagado nunca se reveló. PayPal solo confirmó la cesión, mientras Musk agradecía públicamente la operación. A partir de ahí, el valor exacto pasó a ser objeto de debate.

El misterio del precio

Algunas fuentes apuntaron a que la cifra rondaba los cinco millones de dólares. Esa estimación se basaba en otros dominios premium de una sola letra. Sin embargo, especialistas del sector consideran que el coste real pudo ser mucho mayor. La rareza de un dominio tan corto y su potencial estratégico harían pensar en una suma de hasta ocho cifras.

Sea cual fuere el monto, Musk nunca mostró interés en divulgarlo. Para él, la importancia de X.com no está en el dinero, sino en lo que representa.

La “X” como emblema personal

Desde hace años, la letra X aparece como marca recurrente en sus proyectos. SpaceX fue la primera gran prueba. Después llegaron modelos de Tesla, nombres de prototipos y, finalmente, la decisión de rebautizar Twitter como X.com en 2023.

Musk ha explicado que el símbolo tiene un fuerte valor sentimental. Lo asocia con sus primeros pasos como emprendedor y con su visión de futuro. No se trata solo de una marca, sino de un hilo conductor en toda su obra empresarial.

Elon Musk en una conferencia en Polonia
La relación de Musk con la letra X | Europa Press

Más que una inversión

La transformación de Twitter en X.com muestra que la compra de 2017 no fue un simple capricho. Musk no adquirió un dominio solo para guardarlo, sino para convertirlo en la identidad de una de las plataformas digitales más influyentes del mundo.

El cambio de nombre generó debate entre usuarios y analistas. Para algunos, se trató de una pérdida de valor de marca, dado el peso histórico del nombre Twitter. Para otros, fue un movimiento audaz que refuerza la coherencia de la visión de Musk.

De símbolo a realidad empresarial

Hoy, X.com no es solo un recuerdo de los inicios de Musk. Es el nombre de la red social que conecta a cientos de millones de personas en todo el planeta. Un dominio que parecía relegado se transformó en el emblema de una nueva etapa.

Con este movimiento, Musk logró unir pasado y presente. Recuperó un símbolo fundacional y lo convirtió en el núcleo de su apuesta tecnológica y mediática. X.com dejó de ser un simple activo digital para convertirse en la bandera de un proyecto global.