Durante años, Bizum ha sido sinónimo de rapidez, comodidad y eficiencia. Desde dividir una cuenta en un restaurante hasta pagar a un amigo por entradas de concierto, la app española se convirtió en una herramienta imprescindible. Con una interfaz sencilla y su integración con los principales bancos, conquistó a millones de usuarios.
Pero lo que parecía un monopolio natural podría estar por cambiar. La Unión Europea ha decidido intervenir, y no con una alternativa cualquiera. Ha lanzado Wero, un sistema de pagos instantáneos paneuropeo que podría revolucionar la forma en que movemos dinero en el continente.
Wero: el Bizum de toda Europa
Wero no es una app experimental ni una idea lejana. Ya se ha empezado a desplegar en países como Francia, Alemania y Bélgica, y en pocos meses llegará a España. El objetivo es claro: ofrecer una plataforma de pagos instantáneos sin fronteras, que funcione igual en Madrid, Berlín o Bruselas.

La promesa es tentadora. Wero permitirá enviar dinero al instante entre ciudadanos europeos sin intermediarios como VISA o Mastercard, y sin comisiones ocultas. En otras palabras, una Bizum más potente, más libre y más universal. Además, se espera que en 2026 se pueda usar para pagar en tiendas físicas y facturas.
¿Una amenaza real para Bizum?
La pregunta se impone: ¿Bizum está en peligro? Aunque la respuesta inmediata es “no del todo”, la amenaza es más seria de lo que parece. Wero llega con el respaldo de grandes bancos europeos y con una agenda política clara: reducir la dependencia tecnológica de gigantes estadounidenses como Apple Pay, Google Pay o PayPal.

Aunque Bizum seguirá funcionando en España, podría quedar aislada frente a un ecosistema digital cada vez más integrado. Y si los usuarios comienzan a ver ventajas prácticas en Wero —como enviar dinero sin importar el país o pagar online sin fricciones—, la transición podría ser cuestión de tiempo.
El factor diferencial: interoperabilidad y escala
Una de las mayores limitaciones de Bizum es su carácter exclusivamente nacional. No se puede usar fuera de España, ni siquiera entre cuentas de distintos países. Wero, en cambio, nace desde la raíz con una ambición continental, respaldada por normativas europeas que impulsan los pagos instantáneos como derecho y no como privilegio.
Además, Wero se prepara para una integración total con tiendas online, lo que lo convertiría en una alternativa sólida incluso al comercio electrónico tradicional. Si su despliegue se completa con éxito en 2025 y 2026, su volumen de usuarios podría superar los 40 millones rápidamente.
Por qué Bruselas quiere el cambio
Este no es solo un tema de pagos. Es una estrategia geopolítica y económica. La Comisión Europea quiere cortar la dependencia estructural que el continente tiene respecto a servicios extranjeros. Cada transacción que pasa por Visa o PayPal representa una pérdida de control y dinero para Europa.
Con Wero, Bruselas plantea recuperar esa autonomía. Y no solo beneficiará a los consumidores con menos comisiones, sino también a las empresas europeas, que podrán operar con menos trabas y sin tener que ceder porcentajes a plataformas estadounidenses.
El dato más impactante: Bizum podría desaparecer en 2026
Aunque el discurso oficial es de convivencia entre Bizum y Wero, en los pasillos de los bancos europeos se discute algo muy distinto. Algunas entidades españolas ya planean dejar de dar soporte a Bizum en 2026, una vez que Wero esté plenamente implementado.
El motivo: reducir costes, unificar servicios y cumplir con la nueva normativa europea de pagos digitales. Si eso se confirma, millones de españoles tendrán que migrar forzosamente a Wero, dejando atrás una app que hoy parece indispensable. El cambio será gradual, sí, pero inevitable. Y cuando llegue, no habrá marcha atrás.