Ayer os explicamos la presencia de sandía wom en algunos supermercados del grupo Esclat Bonpreu. Es una sandía con un color más anaranjado, diferente al color rojo al que estamos acostumbrados. Los amantes de la fruta celebraban la existencia de este producto, pero otros se daban cuenta del elevado precio. 5 euros por media sandía. Es decir 10 euros la sandía completa.
Origen desconocido
El segundo debate apareció acerca del origen de la sandía. Algunos usuarios de redes sociales se preguntaban donde se ha cultivado el producto y Bonpreu respondía: "es origen España". Entonces la pregunta es clara: ¿qué es España? ¿Si Catalunya es España, eso quiere decir que es de productores catalanes?
No lo parece. A la pregunta de si era de origen Catalunya, la respuesta de Bonpreu Esclat fue clara: el silencio. Es decir, no hubo respuesta.
La importancia de la procedencia y la transparencia
Hoy en día, el consumidor catalán está mejor informado que nunca y exige conocer el recorrido de cada alimento que compra. Más allá de la etiqueta “origen España”, la pregunta que flota en el ambiente es: ¿se está apostando realmente por los productores catalanes, o se priorizan los grandes proveedores nacionales en función del precio o el volumen?
Bonpreu i Esclat cuenta con una reputación sólida por su apuesta por productos de proximidad en la mayoría de categorías, pero episodios como el que se ha vivido en Twitter pueden erosionar la confianza generada a lo largo de los años. La transparencia se ha convertido en un factor clave de fidelización, y la falta de una respuesta concreta deja en evidencia una oportunidad perdida para reforzar ese compromiso ante su propia comunidad de clientes.

Desde una perspectiva de experiencia de cliente, las redes sociales juegan un papel fundamental en la percepción de marca. No responder con claridad a las inquietudes de los consumidores es un riesgo que puede derivar en una pérdida de credibilidad. Además, los supermercados que apuestan por la diferenciación en base a la procedencia y el producto local, deben cuidar especialmente estos detalles.
Enfado de los consumidores
Casos como el de la sandía demuestran que aún queda trabajo por hacer en materia de comunicación y transparencia. No basta con mencionar un origen genérico: el cliente quiere saber si está contribuyendo, con su compra, a sostener el campo catalán.