Chef con gorro blanco haciendo gesto de satisfacción frente a una tableta de chocolate y un mapa de Cataluña con franjas rojas y amarillas

El chocolate que solo tiene etiqueta en catalán: Elaborado por el mejor del mundo

El chocolate proviene de la comarca de la Catalunya Central de Osona

El nombre de Lluc Crusellas se ha convertido en sinónimo de excelencia en el mundo de la repostería. Desde que ganó el prestigioso World Chocolate Masters en 2022, no ha dejado de sorprender con su creatividad, su dominio técnico y su apuesta por productos de proximidad.

Su chocolate ha llamado la atención no solo por su sabor, sino por un detalle que ha generado conversación: su etiquetado es exclusivamente en catalán. La periodista Eva Piquer lo expresaba con entusiasmo en redes sociales: “He comprado chocolate de Lluc Crusellas. El etiquetado es solo en catalán y el chocolate es buenísimo”.

De Vic al mundo: un maestro artesano

Crusellas, originario de Santa Eulàlia de Riuprimer (Osona), es el jefe de pastelería de El Carme, un obrador vinculado al grupo Pavic en Vic. Su formación, su pasión por el cacao y su disciplina lo llevaron a representar a España en el World Chocolate Masters, donde compitió con maestros de 17 países y se impuso tras tres días de pruebas en París.

Una persona sonriente con pulgares arriba junto a un frasco de crema de avellanas sobre una mesa de madera.
Así se hace uno de los mejores chocolates del mundo. | Pixelshot, Khosro, XCatalunya

Las pruebas incluían desde bombones, snacks y postres hasta esculturas de chocolate a gran escala, un campo en el que Lluc demostró una destreza extraordinaria. Solo diez finalistas llegaron a la ronda definitiva, y fue Crusellas quien terminó alzándose con el título de mejor chocolatero del mundo en 2022.

Un proceso artesanal con identidad

El chocolate que produce Lluc Crusellas se elabora con una atención casi quirúrgica al detalle. Se parte siempre de una selección meticulosa de granos de cacao de origen controlado. Luego se realiza un proceso completo de tostado, molienda, conchado y templado, todo ello respetando los tiempos de cada fase para preservar los aromas naturales y conseguir una textura sedosa y equilibrada.

Pastel de chocolate de Pachi Larrea
Persona elaborando chocolate en primer plano. | Instagram

Además, Crusellas apuesta por ingredientes de proximidad en sus elaboraciones complementarias, como frutos secos del territorio, cítricos del Mediterráneo o sal de las salinas de la costa catalana. Su enfoque es artesanal, sostenible y profundamente ligado a la tierra.

Un chocolate con mensaje

Lo que distingue también su propuesta es el cuidado por el diseño y la comunicación del producto. Cada tableta está envuelta en un packaging elegante, sobrio y con información detallada en lengua catalana, en un gesto que refuerza la identidad cultural del producto.

Este detalle ha sido valorado por muchos consumidores que ven en él una forma de defender la lengua a través del comercio de calidad. Su etiqueta transmite no solo información nutricional, sino también filosofía: respeto por el producto, creatividad culinaria y una fuerte voluntad de internacionalización sin perder las raíces.

Conversaciones en Manresa y pasión por enseñar

Recientemente, Lluc Crusellas participó en un coloquio en Manresa junto a la periodista Judith Càlix, directora de la revista Cuina. El evento se enmarcó dentro del ciclo “Pessics de Vida” del Cosmògraf 2024, y tuvo lugar en el Centre Cultural del Casino. Allí, compartió su experiencia en el concurso internacional, habló de sus comienzos y explicó cómo visualiza el futuro de la pastelería catalana.

Además, Crusellas ha manifestado en varias ocasiones su deseo de formar a nuevas generaciones, convencido de que la excelencia se logra con esfuerzo, pero también con generosidad y vocación pedagógica.

Un referente del chocolate europeo

Desde que fue coronado en París, su reconocimiento ha crecido tanto dentro como fuera de Catalunya. Ha colaborado en ferias, congresos y talleres en distintos países, y su nombre ya forma parte del grupo selecto de chocolateros que marcan tendencia a nivel mundial.

Y todo comenzó con una idea clara: el chocolate no es solo un dulce, es una forma de expresión. Lluc Crusellas lo demuestra con cada creación. Un sabor exquisito, una técnica impecable y un mensaje cultural que lo hace aún más valioso.